Los partidarios de la encarcelada líder de la oposición ucraniana, Yulia Timoshenko, protagonizaron hoy nuevos choques violentos con la policía frente al tribunal de apelaciones que estudia el recurso interpuesto por la ex primera ministra.

Al igual que la víspera, los opositores intentaron acceder por la fuerza a la sede del tribunal, pero se lo impidieron los efectivos antidisturbios, según las agencias locales.

Tras muchos minutos de tensión, las fuerzas del orden permitieron finalmente que los diputados del partido de Timoshenko entraran en el juzgado.

El propio Nikolái Siri, abogado de la líder opositora condenada en octubre pasado a siete años de cárcel por abuso de poder, tuvo que saltar la verja que rodea el tribunal para poder atender a la sesión.

Los abogados denunciaron que la sesión, que se celebra en ausencia de Timoshenko, no es transparente, ya que a la corte no han podido acceder ni periodistas, ni muchos políticos y figuras públicas que así lo deseaban.

Por todo ello, solicitaron hoy la liberación de Timoshenko, que se encuentra en prisión preventiva desde el 5 de agosto, lo que fue rechazado por el tribunal, y la repetición de la vista preliminar del recurso.

La defensa ya demandó la víspera la revocación de la jueza, Elena Sitailo, que estudia el recurso, pero el tribunal también declinó su petición.

Timoshenko, de 51 años, fue trasladada recientemente a la clínica de la prisión tras empeorar su estado de salud, aunque las autoridades penitenciarias insisten en que las condiciones de su encierro se corresponden con los estándares internacionales.

A principios de diciembre el Tribunal de Apelación de Kiev admitió a trámite el recurso interpuesto por los abogados de Timoshenko.

La defensa de Timoshenko presentó el recurso el pasado 24 de octubre aduciendo que la fiscalía no llegó a demostrar que su clienta se excediera en el uso del cargo a la hora de ordenar la firma, en 2009, de un contrato de gas con Rusia sin contar supuestamente con el beneplácito del entonces presidente ucraniano.

La carismática política fue condenada el pasado 11 de octubre a siete años de cárcel y tres de inhabilitación para ejercer cargo público y, además, deberá pagar al Estado casi 200 millones de dólares en concepto de compensación.

Timoshenko, que acusa al presidente de orquestar una campaña de persecución contra la oposición, aseguró que, en caso de que la Justicia ucraniana no atienda su recurso, acudirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.