No hay vida más allá del euro. Lukas Papademos, primer ministro griego, aseguró este lunes que la permanencia en la zona de la moneda común es la única opción para sus compatriotas, lo que, en principio, implica que su equipo sacará adelante las decisiones que tomó su antecesor en el cargo, Georges Papandreu, con Europa. Sin embargo, horas antes, el líder conservador Antonis Samaras afirmó que los suyos no respaldarán "ninguna nueva medida" y que los recortes que reclaman la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) deberían modificarse.

Papademos cree que la permanencia en el euro es la única opción para Grecia e hizo hincapié en que su prioridad es conseguir que sus socios desbloqueen el sexto tramo de ayudas del primer rescate, de 8.000 millones de euros, para que su país consiga evitar la quiebra. El dirigente, además, es partidario de ampliar la base impositiva y de combatir la evasión fiscal.

En su primer discurso ante el Parlamento griego antes de la votación de la moción de confianza a su gobierno, el dirigente confió en que el Gobierno que ahora encabeza sirva de "puente" hacia días mejores para el país. El mandatario recalcó que es necesario emprender reformas estructurales inmediatas y efectivas y prometió que seguiría adelante con las privatizaciones, como estaba previsto.

Además, denunció que las políticas actuales han empeorado la recesión y el desempleo en el país y aprovechó para pedir de nuevo la "unidad nacional" para sacar a Grecia de su situación actual. El ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) advirtió de que la labor que los suyos tienen por delante es muy grande para el periodo de 100 días para el que se acordó su designación.

SAMARAS DIFICULTARÁ SUS OBJETIVOS

La consecución de los objetivos de Papademus se complicará si Nueva Democracia, integrante del nuevo Ejecutivo de unidad, permanece en sus trece. El partido conservador no votará "a favor de ninguna nueva medida" y considera que los reclamos de la UE y el FMI deberían modificarse. Samaras resaltó que "las críticas a la política del Gobierno de Papandreu en los dos últimos años no terminan aquí".

El nuevo equipo no es una coalición, una idea en la que el líder conservador hizo hincapié: "Sólo sería una coalición si tuviéramos objetivos políticos en común". Su compromiso se basa en "ayudar al Gobierno de transición", a nada más, dijo a sus diputados, según recogió el diario Ekathimerini.

Samaras se mostró muy crítico con Papandreu y lo acusó de "dejar la economía colgando de un hilo". Asimismo, explicó que, cuando entró en la nueva cúpula de gobierno, su primer objetivo era echarlo. Además, quería evitar que se celebrase un referéndum sobre la pertenencia al euro, apoyar a un equipo que garantizase un segundo rescate y fijar la fecha de elecciones anticipadas.