Al menos 31 personas murieron ayer en Siria, 23 de ellas en la provincia central de Homs, donde se registraron fuertes choques entre las fuerzas leales al régimen del presidente Bachar Al Asad y las opositoras, informaron los Comités de Coordinación Local.

Este grupo de activistas informó también del fallecimiento de cuatro personas en Idleb, tres personas -entre ellas, un niño de 10 años- en Hama y en Deraa.

El Observatorio sirio de Derechos Humanos, por su parte, cuantificó 25 víctimas mortales (21 de ellas en Homs) y destacó las distintas operaciones lanzadas ayer por los cuerpos de seguridad en el centro del país.

Al menos cinco soldados del Ejército sirio murieron en combates con supuestos militares desertores en esa zona central, mientras que al menos tres civiles fallecieron en acciones de represión del régimen. Además, el ataque a un puesto de control situado en la localidad de Al Quseir forzó a una veintena de soldados a huir a los pueblos vecinos.

Entre las víctimas civiles, el Observatorio indicó que un joven murió en el barrio de Al Jalidiya de Homs y que otra persona murió y seis resultaron heridas en el barrio de Bab al Sabaa, donde se produjeron intensos tiroteos.