EN LOS ARCHIVOS del Partido Comunista ruso, hay una carta firmada del fundador del Partido Socialista italiano, Gramsci ( 1891/1937), enviada a Lenin en los años 17 o 18, donde decía que en Italia él había formado una gran revolucionario trabajador que sería el futuro líder del socialismo en Italia y se lo recomendaba a Lenin y este gran luchador se llamaba, Benito Mussolini.

Todos los lectores saben que Gramsci se equivocó completamente y nunca pudo imaginar los crímenes que llegó a cometer su protegido, que acabó metiéndolo en la cárcel, donde murió. Los dirigentes de la Internacional Socialista que han apoyado al dictador beduino de Libia Khadafi, que en estos momentos masacra y asesina a los habitantes libios que no comulgan con é, deberían acordarse del error de Gramsci y dejar de apoyar a un régimen que masacra a sus habitantes, que se han levantado hartos de tanto engaño y de que las riquezas inmensas del país se encuentren en manos del clan Khadafi y de sus hijos, como ha sucedido en Túnez y Egipto, en Yemen y Siria, donde los actuales dictadores, amigos de El Khadafi, resisten aún asesinando a la población civil como hace el beduino libio, ante la indiferencia internacional que no son capaces de romper relaciones con los regímenes de Yemen y Siria, donde han muerto cientos de manifestantes en estos días.

Ya sabemos que la Internacional Socialista se ha vuelto a equivocar y sus líderes se han dedicado a recibirlo con abrazos y parabienes porque saben que los dineros libios sirven para comprar materiales como bombas de racimo en España para asesinar a la población civil o para enviar navíos llenos de petróleo a sus países o comprar voluntades o hacer desaparecer una organización como era la OUA, cuyo fin era acabar de descolonizar el continente africano, porque mientras existiese esta organización, se seguiría hablando de las colonias españolas y francesas en África, Islas Canarias, territorios en Marruecos de ciudades ocupadas como Ceuta y Melilla, las islas Chafarinas y la Isla francesa de la Reunión o de la división del archipiélago de las Comores.

El dinero del régimen pro árabe de Trípoli servía para acallar los crímenes que hacía el dictador beduino de las tribus de Beni Hillal y Beni Hassan, que ocuparon Libia en el siglos XII, llegando hasta el Río de Oro y fueron acabando y liquidando a todas aquellas tribus autóctonas que hablaban el berber, porque eran los auténticos habitantes lebus de la Numidia histórica y del Sahara. En estos días se habla mucho de la resistencia en el este de Libia y se olvidan los crímenes y los bombardeos de las tribus imazighen o berberes del oeste, junto a la frontera tunecina, de la zona del Djebel Nefussa, que se han resistido siempre a la lengua árabe y a la arabización como muchas tribus Tuareg, y los habitantes de Nalut y Wazin en el oeste del país, así como pequeñas ciudades o pueblos como Gheryan, Qalâa, Tekla Yefren, Zentan, Jadu, Kabaw, y otros.

Médicos Sin Fronteras y Amnistía Internacional denuncian todos los días los asesinatos de la familia Khadafi contra la población civil, mientras el dirigente del Consejo Nacional, cifra los muertos en unos 10.000 y 50.000 heridos. Por otro lado el expresidente español Aznar, administrador de sus bienes y riquezas en España, se dedica a elogiar a su amigo Khadafi en Nueva York, dentro de su Fundación FAES, hecha con dinero libio y se dedica a decir que es un "amigo de Occidente", aunque es "un amigo extravagante y extraño", y habló en su conferencia de la actual política del gobierno USA al "respaldar a los rebeldes libios sin saber quiénes son los rebeldes".

El expresidente Aznar apoyó en su tiempo al coronel beduino, cuando supo que una delegación del MPAIAC estuvo en El Cairo en 1990, en una reunión de la OUA, para estructurar la ayuda y el apoyo que iba a recibir nuestro Movimiento de Liberación Africano, para descolonizar las Islas Canarias. Las tramitaciones duraron varios años, porque mientras siguiera existiendo la OUA tal cual como se creó tendría que ayudar a la liberación de los territorios africanos aún en manos de los colonialistas españoles y franceses.

Aznar y las fábricas españolas de armas se comprometían a enviar a Libia todo tipo de municiones y material ligero de guerra así como las famosas bombas de racimo españolas, conocidas en África por los efectos devastadores que hacían entre las poblaciones civiles. La cuestión era que España estaba muy interesada por la desaparición de las estructuras del Comité de Liberación de la OUA en Tanzania, que iba a ayudar al MPAIAC y a preconizar un movimientos en la Isla francesa de la Reunión y a apoyar el régimen marroquí en sus justas y legítimas reivindicaciones contra las ciudades ocupadas en Ceuta, Melilla, islas Chafarinas, islotes de Vélez de la Frontera y Alhucemas.

Los socialistas españoles estaban también de acuerdo con todas estas gestiones y los franceses mientras, tocaban a sus gobiernos títeres africanos para que entre todos acabaran con la OUA de 1963 y fabricase una Unidad Africana, copia de la Unión Europea, es decir una organización descafeinada que olvidase que el continente africano seguía sin descolonizar. Tenemos que señalar que en esta maniobra participó, con su silencio, la República Árabe Saharui, que fue contactada por su gran amigo español, Felipe González, para que no hablase de las Islas Canarias ni las demás colonias en las reuniones de la OUA.

Esto se llevó a cabo en 1999, en Trípoli, y se liquidó descaradamente la OUA y el proceso de descolonización con la ayuda y el apoyo del gobierno libio. No es de extrañar que los miles de millones de dólares que El Khadafi poseía en España iban a ser administrados por el Sr. Aznar, que así podía pagar a sus colaboradores y a los que fabricaba escritos a sueldo contra el MPAIAC, que le ayudaban a luchar contra los independentistas canarios, y sobre todo del MPAIAC y CNC.

El partido de Felipe González, PSOE, en el 2007, cuando el dictador beduino de Trípoli se dio cuenta de que la población libia podía sublevarse en cualquier momento contra su régimen dictatorial, se presentó en Trípoli o en su embajada en Madrid para ofrecer sus famosas bombas de racimo contra la población civil, pues España tenía grandes stocks de estas armas mortíferas contra poblaciones civiles indefensas, y qué mejor lugar que Libia para adquirirlas. El gobierno libio, que ya tenía intención de acabar con las poblaciones civiles que se resistían a sus campañas de arabización o que protestaban porque los dineros del petróleo y del gas libio iban a los bancos extranjeros a las cuentas de los hijos del dictador beduino, compró todas las bombas que tenía la corona española en sus fábricas modelo MAT- 120, del fabricante español Intalaza S. A. y millones de balas de corto y largo calibre, ante el silencio de la prensa y radios españolas.

Ya se sabía que la prensa española no habló nunca del escandaloso tráfico de armas que durante años llevó a cabo el gobierno de Felipe González de cuando la guerra Irán-Irak, donde se emplearon los puertos canarios para disfrazar todos los buques que iban, unos para Irán y otros para Irak, con armas y explosivos españoles y que en los puertos canarios se les cambiaban el nombre y el destino para que uno fuera a Irak y otro a Irán. En el periódico "El Día" publicamos varios artículos con todo detalle de este tráfico, y lo que significó el palacio de La Mareta, en Lanzarote, para pagar comisiones; y cómo el delegado del gobierno en Las Palmas de 1985 a 1988 (PSOE ) y los directores de las Juntas de Obras de los puertos de Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, del PSOE, estuvieron complicados en ese tráfico (El Día, 12.08.2009).

El CNC está en contacto con refugiados de las poblaciones del oeste o imazighen libios, que se están adentrando en las zonas berberes de Túnez, región de Tatawin, donde se están creando campos de refugiados para mujeres y niños, los cuales cuentan, las violaciones, envenenamiento de pozos y acequias por parte de los mercenarios contratados por la familia Khedafi, así como violaciones de mujeres y niños. En la ciudad reconquistada por los mercenarios de los hijos del Khafafi, Zawiya, hace un mes, todo fue arrasado para dar un ejemplo y la represión fue del tipo del de las tropas italianas de Mussolini que invadieron Libia.

Actualmente se va conociendo la cantidad de mercenarios que están actuando en Libia a las órdenes del clan Khadafi. Según el periódico popular ruso Komsomolskaïa Pravda, los Khadafi han contrAtado centenares de mercenarios de Bielorusia, antiguos miembros de la 334 Unidad de élite de Bielorusia, que son pagados muy bien por el régimen de Trípioli.

Uno de esos mercenarios contactado por el citado periódico dicen que son pagados a 3.000 dólares mensuales y dijo que ya había muchos centenares de ellos en Libia y muchos de ellos tienen experiencia de cuando dichas tropas estuvieron en Afganistan combatiendo con los rusos.

Hay muchos miles de mercenarios detectados viniendo del Tchad, Níger, Malí, Sudan, Nigeria y del Congo. El periódico The Telegraf, en una crónica del pasado día 20, de Con Coughlin, denuncia la existencia de grupos de mercenarios saharauis con pasaporte argelino, con contratos de 10.000 dólares por dos meses, que han sido detenidos y se encuentran en la cárcel de Benghazi. Esto se sabía hace una semana, lo que ha provocado una declaración oficial del ministro de Asuntos Exteriores de Argelia diciendo que su país no ha enviado tropas en apoyo del Khadafi, pero es que los saharauis poseen todos pasaporte argelino y no han comunicado al gobierno argelino que se iban a combatir de mercenarios con las tropas del dictador.

Esperamos que el FPolisario aclare o desmienta esta cuestión tan desagradable, que va a crear graves problemas en la región y en la opinión internacional e interna argelina, a no ser que sean desertores del FPolisario que se han ido a Libia sin permiso, aunque se sabe la ayuda económica que aporta actualmente el gobierno del dictador libio a la RASD.

La situación en África del Norte, sobre todo, y en diversos países musulmanes viene a ser un movimiento revolucionario como lo que sucedió en Francia con el Mayo del 68 y mucha gente todavía no se ha dado cuenta de que estos pueblos se han despertado y reivindican pan, justicia y libertad, pues estamos en el siglo XXI y la gente de estos pueblos ve las televisiones, oye las radios y viaja a los países ricos y no comprende cómo sus propios países son explotados por dictadores que se perpetúan en los cargos y se quedan con las riquezas del país y muchos quieren dejar herederos del poder a sus hijos y familiares. Por ello hay que seguir y observar estos movimientos revolucionarios que van a cambiar el mundo africano y del Medio Oriente por medio de luchas en las calles, reprimidas salvajemente por los dictadores árabes.

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