El Gobierno italiano descartó hoy la posibilidad de sumarse a los bombardeos que la coalición aliada bajo el mando de la OTAN lleva a cabo sobre territorio libio para hacer cumplir la resolución de Naciones Unidas sobre Libia.

En un Consejo de Ministros celebrado este viernes en Roma, el gabinete que preside Silvio Berlusconi, que puso a disposición de los aliados desde el inicio 7 bases y 8 aviones militares, rechazó tal extremo después de que los insurrectos al régimen de Muamar al Gadafi le hubieran pedido un papel más activo en la operación.

Varios ministros italianos confirmaron la decisión a los medios de comunicación a su salida del encuentro, después de que el titular de Exteriores, Franco Frattini, hubiera anunciado que este viernes se abordaría el asunto en la reunión.

"Seguimos como hemos hecho hasta ahora. Todo el Gobierno está de acuerdo al considerar que la actual línea de Italia es la justa y no pensamos en modificar nuestra aportación a las operaciones militares en Libia", aseguró el ministro de Defensa, Ignazio La Russa, en unas declaraciones que recogen los medios italianos.

La Russa ya adelantó en una entrevista que publicó el pasado sábado el diario "La Repubblica" que el tema de los bombardeos sería tratado esta semana por el Consejo de Ministros, una vez que se hubieran mantenido contactos con las autoridades británicas y francesas.

"El Gobierno examinará las peticiones de los aliados y después, en su autonomía, hará una elección, aunque la idea es la de seguir apoyando la misión sin una implicación directa en los bombardeos contra las tropas de (el líder libio, Muamar al) Gadafi", comentó La Russa.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores italiano han confirmado en los últimos días que el Consejo Nacional de Transición (CNT) libio, al que Italia reconoce como "único interlocutor legítimo" de Libia, les ha pedido explícitamente que sus medios aéreos se sumen a los bombardeos aliados.

Desde que se desató la violencia en el país norteafricano, el principal freno para una total implicación de Italia, antigua metrópoli, en la intervención internacional sobre la antigua colonia, Libia, había sido el Tratado de Amistad ítalo-libio firmado por Berlusconi y su amigo Gadafi en agosto de 2008.

En ese tratado, que Italia ya da por "suspendido", ambos países se comprometían a "no recurrir al empleo de la fuerza contra la integridad territorial" del otro y a abstenerse de "injerencias directas o indirectas en los asuntos internos o exteriores en jurisdicción de la otra parte".