El comandante René Pita, profesor del departamento de Defensa Química de la Escuela Militar de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Hoyo del Manzanares (Madrid), ha asegurado hoy que Libia almacena todavía unas 10 toneladas de gas mostaza, pero carece de medios para usarlas.

Pita ha realizado estas declaraciones a EFE en Valencia, momentos antes de intervenir en el curso sobre riesgos nucleares, biológicos y químicos que ha organizado la Universidad Católica de Valencia (UCV).

"En 2003 Libia renunció a su programa de armas de destrucción masiva y accedió a la convención para la prohibición de armas químicas, lo que implica la destrucción de arsenales", ha explicado.

"Declaró aproximadamente unas 30.000 bombas de aviación especiales para la dispersión de agentes químicos de guerra y casi 30 toneladas de gas mostaza. Las bombas han de tener una munición especial, porque la convencional tiene un efecto térmico que inactiva la iperita (gas mostaza)", ha añadido.

Según el comandante Pita, antes de que se iniciase el conflicto armado en Libia ya se habían destruido todas las bombas, pero "quedan aproximadamente unas diez toneladas de iperita en una localización que es conocida y controlada por la comunidad internacional, en medio del desierto y muy alejada de cualquier población".

"Esta cantidad no es muy elevada, y sin la munición adecuada es poco probable, casi imposible, que se pueda usar este agente, aunque es un líquido y solo el hecho de manipularlo ya es arriesgado", ha advertido.

"Actualmente, es conocido que Estados Unidos y Rusia tienen armamento químico, que Irak ha accedido al programa de destrucción recientemente y que ya han destruido sus arsenales países como Albania, Corea del Norte e India. Ningún país europeo ha declarado poseer armamento químico", ha asegurado Pita.

En su intervención, este comandante ha "desmitificado" la idea de que "cualquiera puede fabricar un agente biológico" porque "si fuese tan fácil -ha dicho- ya nos hubiésemos enterado".

"Es mucho más fácil aprovechar las propiedades explosivas de las sustancias químicas que las toxicológicas, así que la principal amenaza son los explosivos", ha insistido.

Asimismo, ha explicado que el Gobierno tramita actualmente una ley para la protección de instalaciones "críticas" en las que se almacenan determinados productos químicos y biológicos y que se encuentran enumeradas en un catálogo nacional clasificado.

"Un agente químico de guerra es complicado de sintetizar, pero determinadas sustancias industriales mal aprovechadas podrían ser peligrosas. Los riesgos químicos o biológicos no son una amenaza ni a nivel militar ni civil, pero es un hecho que el terrorismo internacional ha mostrado interés en acceder a este tipo de armamento, y tenemos que estar preparados", ha agregado.