La caída del presidente egipcio Hosni Mubarak ha sido un "gran golpe" para Estados Unidos, que apoyó su régimen "durante treinta años" y que sólo en el último momento "autorizó" su derrocamiento, ha afirmado hoy el escritor y cineasta anglo-paquistaní Tariq Ali.

El escritor, que se encuentra en Madrid para presentar su libro "El síndrome Obama. Capitulación en Estados Unidos, guerra en el exterior", ha considerado que las autoridades de Washington tratan de demostrar que están "muy felices" con la salida del poder del octogenario dirigente.

"Pero, si estáis tan felices, ¿por qué no lo hicisteis hace treinta años?", se ha preguntado en una entrevista con Efe.

El autor se ha mostrado "moderadamente optimista" sobre la repercusión de la revuelta vivida en Egipto y Túnez, donde las protestas ciudadanas lograron la caída de sus respectivos regímenes, en otros países de la región como Yemen, Irán, Marruecos e, incluso, Arabia Saudí.

En Yemen, ha recordado, el presidente, Alí Abdalá Saleh, se ha comprometido a congelar las reformas constitucionales que quería efectuar para no limitar el número de mandatos presidenciales, por lo que no podrá postularse como candidato en las elecciones presidenciales previstas para 2013.

"Es un pequeño paso adelante", ha señalado Ali, para quien el ejemplo dado por tunecinos y egipcios ha llevado a ciudadanos de otros países árabes a plantearse intentarlo ellos también y ver sin son capaces de lograr lo mismo.

"Creo que los cambios están en camino", ha dicho Ali, que ha rehusado comparar lo ocurrido en el mundo árabe con lo vivido en el Este de Europa tras la caída del muro de Berlín.

Los países del Este de Europa "se echaron a los brazos" de Occidente y muchos de ellos son "satélites" de EEUU, ha dicho el escritor, que ha destacado que nada de eso ha pasado en el mundo árabe.

Con respecto al futuro inmediato en Egipto, el autor ha considerado que en estos momentos se está viviendo "una transición muy importante" y que hay que ser "optimista" sobre la posibilidad de que el país vaya a contar con una nueva Constitución.

Ali ha subrayado que el pueblo egipcio se siente "seguro de sí mismo" tras los logros conseguidos gracias a una revuelta que no ha sido "la revuelta de los jóvenes, sino la revuelta de la mayoría del pueblo, viejos, trabajadores... todos unidos".

Al ser preguntado por el papel que adoptará Estados Unidos con respecto a estos cambios en el mundo árabe, el autor anglo-paquistaní ha considerado que el Gobierno de Washington tratará de encontrar un grupo político con el que puedan trabajar y mantener al Ejército con poder en un segundo plano.

Asimismo, se ha mostrado convencido de que EEUU trabajará con el Gobierno que emerja de las elecciones que se convoquen en Egipto, aunque se trate de un régimen islamista, y ha recordado, en ese sentido, que Washington ya lo hace en Turquía, donde el primer ministro es el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan.