La Justicia de Irán ejecutó ayer a una mujer iraní, con nacionalidad holandesa, a la que condenó a muerte por posesión y venta de droga.

La mujer, identificada como Sahra Bahrami, de 46 años, fue ajusticiada al amanecer en un patíbulo instalado en el patio de la cárcel de Evin, en el norte de la capital.

La televisión, que cita un comunicado emitido por el Poder Judicial, aseveró que Baharami "fue arrestada por crímenes en contra de la seguridad. Durante el registro de su domicilio se hallaron 450 gramos de cocaína y 420 de opio. Las pesquisas demostraron después que también había vendido 150 gramos de cocaína".

Según el auto de condena, la mujer formaba parte de una cadena de narcotráfico y había conseguido hacer entrar la droga "gracias a sus conexiones holandesas".

Bahrami fue arrestada en diciembre de 2009 durante las protestas postelectorales contra la reelección del presidente iraní, Mahmud Ahmadienyad, y acusada también de pertenecer a un grupo de oposición en el exilio, explicó semanas atrás su hija a una radio neerlandesa.