Los primeros turistas españoles, que estaban de vacaciones en Egipto aterrizaron ayer en el aeropuerto de Madrid-Barajas en un vuelo operado por la compañía Egiptair, procedentes de El Cairo. Una vez en la terminal, aseguraron que están "aliviados por estar ya en casa" después de haber vivido una situación "bastante complicada y tremenda".

Entre tanto, el Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación "desaconseja todo viaje no esencial a Egipto" debido al cariz violento que han tomado las protestas contra el régimen de Hosni Mubarak.

A aquellos que se encuentren ya en el país árabe les recomienda "respetar" el toque de queda, "extremar la precaución", "mantenerse alejados de las manifestaciones que ahora han adquirido un componente violento" y "permanecer en los hoteles" si uno se encuentra en zonas urbanas.

Mientras, la secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, instó al presidente egipcio, Hosni Mubarak, a que abandone inmediatamente "su poder autocrático" después de que "la tímida presión" que durante años han ejercido tanto Estados Unidos como la UE haya terminado siendo infructuosa.

A su vez, el primer ministro británico, David Cameron, llamó por teléfono a Mubarack, para que adopte "pasos valientes" hacia la construcción de una "democracia legitimada".

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró su llamada a la contención por ambas partes en las protestas que se viven en Egipto.

El primer ministro, François Fillon, subrayó la necesidad de que "la violencia cese" en Egipto y recordó a la comunidad internacional que "el pueblo egipcio es quien decide", por lo que "ningún país debe tomar su lugar".

Del mismo modo, el líder opositor iraní Mir Husein Musaví expresó su apoyo a las protestas contra la dictadura egipcia.