La organización criminal de La Familia Michoacana anunció hoy en un breve comunicado que "decidió continuar con su repliegue de no seguir con actividad alguna por un mes más", en alusión al recién comenzado enero.

Con el anuncio de la supuesta tregua, el grupo pretende demostrar a las autoridades mexicanas, "y sobre todo al pueblo michoacano, que La Familia no es culpable de todos los actos delictivos que las autoridades y Gobierno federal hacen públicos en los medios de comunicación", señala su mensaje.

Por el momento, ninguna autoridad ha podido verificar la autenticidad de la misiva, en la que, además, el grupo felicita la llegada del año 2011.

En ella, La Familia hace responsable de la violencia acaecida en las últimas semanas en el oeste y sur de México a la Policía Federal, que, señalan, actuó de forma abusiva y atacó "sin mira y sin importar si son mujeres, niños" o "adultos mayores", en los casos en que fueron víctimas de la violencia en el oeste y sur de México.

Esta no es la primera vez que La Familia anuncia un alto el fuego. El pasado 11 de noviembre, la organización ya se había mostrado partidaria en otro comunicado de replegarse y disolverse si las autoridades y las fuerzas de seguridad se comprometían a tomar el control del estado de Michoacán "con fortaleza y decisión".

Hace dos días, el jefe de seguridad regional de la Policía Federal, Luis Cárdenas Palomino, sostuvo en una rueda de prensa que el cártel atravesaba por un período de "desorganización" tras ser abatido el mes pasado Nazario Moreno González, alias "El Chayo".

La información de inteligencia de la Policía Federal apuntaba entonces a que se rompió la comunicación entre los líderes de La Familia y sus operadores en varias ciudades del estado de Michoacán, señaló el jefe policial durante la presentación de Francisco López Villanueva, alias "El Bigotes", y otros cuatro detenidos más.

En 2005, La Familia Michoacana cortó sus nexos con los que hasta entonces eran sus aliados, Los Zetas, y comenzó a actuar de modo independiente, especialmente en el estado mexicano de Michoacán.

A partir de entonces ha protagonizado numerosos actos violentos como el asesinato de doce policías federales en 2009.

Michoacán, estado considerado su principal base de operaciones, es uno de los que cuentan con un operativo de las fuerzas federales contra la delincuencia, que ha permitido abatir o capturar a importantes líderes de este grupo.