Shakine Mohammadi Ashtiani, la mujer iraní acusada de adulterio y el asesinato de su marido, anunció que planea emprender acciones contra los dos periodistas alemanes detenidos cuando se disponían a entrevistar a su hijo Sajjad Ghazerzadeh, quien horas antes pidió clemencia para su madre.

En declaraciones a la prensa en un edificio del Gobierno en la ciudad de Tabriz, en el oeste de Irán, la mujer también demandó a los medios extranjeros que olviden su caso. "Tengo una queja contra esos dos alemanes que me han avergonzado. ¿Por qué vinieron?", señaló Ashtiani a los medios tras haber podido cenar lejos de la celda con sus dos hijos.

Los dos reporteros, que trabajan para la revista Bild am Sonntag, fueron detenidos el pasado 10 de octubre en la referida localidad, junto al hijo de Ashtiani y su abogado, Javid Houtan Kian, y desde entonces los cuatro permanecen en prisión.

Protestas internacionales

En un principio fueron acusados de espionaje, pero semanas atrás el Gobierno iraní dio a entender que sólo se les imputaría el delito de entrada ilegal en el país, ya que llegaron como turistas y no solicitaron el permiso especial de prensa que exige Irán.

Hace un mes, el fotógrafo y el reportero alemán aparecieron en la televisión estatal en inglés PressTV, mientras una voz en farsi que al parecer traducía sus palabras confesaba que habían cometido un error y aseguraba que habían sido engañados por la directora del Comité Internacional en contra de la Lapidación, Mina Ahadi.

Ahadi, reconocida opositora en el exilio, denunció a mediados de noviembre la inminente ejecución, lo que desató una nueva oleada de protestas internacionales. La mujer subrayó, igualmente, que en ningún momento fue forzada a declarar, y que las "denuncias extranjeras" de que sus confesiones habían sido extraídas con tortura son únicamente "rumores".

"Quiero hablar porque mucha gente quiere beneficiarse del caso y dicen que fui torturada, lo que es mentira. Dejadme en paz. ¿Por qué queréis perjudicarme?", se preguntó.

El caso Ashtiani es un complejo enredo judicial con diversas sentencias y distintos tribunales implicados.

A principios de diciembre, la televisión estatal iraní en inglés PressTV emitió un documental protagonizado por la propia Ashtiani en la que la mujer admitía su culpa y reconstruía el supuesto crimen en su propia casa. El mismo día, compareció ante la prensa su hijo Sajad Ghaderzadeh, quien admitió que fue un error contactar con medios y organizaciones extranjeras y señaló que aunque cree que su madre "es culpable" pide misericordia.

"Creo que si no se hubiera creado todo este ruido, mi madre sería ahora libre", lamentó.