El presidente ruso, Dmitri Medvedev, ordenó ayer reforzar la seguridad de los centros nucleares, bases mi-litares e instalaciones estratégicas en la parte europea del país, afectada desde hace días por graves incendios forestales.

Medvedev regresó del mar Negro a Moscú para reunir el Consejo de Seguridad del Kremlin, al que dio 48 horas para presentarle una nueva lista de instalaciones estratégicas y planes para garantizar su seguridad.

"Las instalaciones estratégicas suscitan preocupaciones. Tenemos infraestructuras extraordinariamente peligrosas, ante todo las bases del Ministerio de Defensa, depósitos y arsenales de armas y municiones", declaró el jefe del Kremlin.

El líder ruso declaró el lunes el estado de emergencia en siete regiones de la parte europea del país más afectadas por el fuego, que ha arrasado ya más de 650.000 hectáreas de superficie boscosa y se ha cobrado la vida de 48 personas.

La mayor preocupación del Ministerio de Emergencias, encargado de combatir el fuego con ayuda del Ejército, era el Centro Nuclear Federal de Sarov, que acoge plantas de fabricación de armas atómicas y un instituto de física experimental.

El jefe de la agencia atómica rusa Rosatom, Serguei Kiriyenko, aseguró a Medvedev que del Centro ya se ha retirado todo el material radiactivo.