La junta militar en el poder en Guinea ha nombrado primer ministro al veterano político Jean-Marie Dore, propuesto por los partidos opuestos al régimen golpista para encabezar un Gobierno de transición a un régimen democrático, informó hoy la emisora privada senegalesa RFM.

Según la fuente, el nombramiento de Doré se realizó después de las conversaciones entre el jefe de la junta militar, capitán Moussa Dadis Cámara, que se encuentra en Uagadugu, y el general Sekouba Konate, que lo sustituye mientras está fuera del país.

Doré, líder de la Unión para el Progreso de Guinea (UPG) y portavoz oficial del Foro de las Fuerzas Vivas (FFV), que agrupa a varios partidos opositores y organizaciones de la sociedad civil, fue propuesto ayer para el cargo de primer ministro de acuerdo con los "criterios determinados por los miembros".

Doré presidirá un Gobierno de transición, que se formará en breve, con la misión de organizar unas elecciones democráticas en un plazo de seis meses.

Konaté, que reemplaza a Camara, líder del golpe del 23 de diciembre de 2008, anunció el pasado día 7 la formación de un Gobierno de unidad nacional de transición, encabezado por un primer ministro de la oposición, para llevar a Guinea a unas elecciones democráticas "lo antes posible".

Camara convalece en Burkina Faso de las heridas que sufrió en un atentado contra su vida el 3 de diciembre pasado y ha aceptado permanecer en ese país hasta que se celebren elecciones presidenciales en Guinea, en un plazo de seis meses.

La decisión de Camara de aceptar que no volvería al país antes de las elecciones puso fin al pulso que mantenían sus seguidores, considerados el "núcleo duro" de los golpistas, con los de Konaté, partidarios de la apertura a un régimen civil.

En Uagadugu, el presidente de Burkina Faso, Blaise Compaoré, ha actuado como mediador, en nombre de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), para conseguir el acuerdo entre Konaté y Camara para buscar una salida al conflicto de Guinea.

Tras conseguir ese acuerdo, desde su exilio en Uagadugu, Camara pidió a sus seguidores que apoyaran a Konaté y la propuesta de éste para instalar un Gobierno de transición de unidad nacional en Guinea.

Desde antes del atentado contra Camara, que dejó un vacío de poder en el país, Guinea ya vivía una situación de tensión e inestabilidad, con el régimen militar sometido a sanciones internacionales y una investigación de la ONU por la matanza de, al menos, 150 civiles cometida por soldados y policías en septiembre pasado.