La UE reconoció ayer el creciente deterioro de la situación en Afganistán, por lo que emplazó al futuro Gobierno de ese país a dar un giro completo a su acción, a cambio de lo cual le prometió aumentar su ayuda y mejorar su eficacia.

Los ministros comunitarios de Exteriores aprobaron ayer en Luxemburgo un plan de acción integrado sobre Afganistán y Pakistán, con el que la Unión Europea busca englobar todos los elementos de su política en ambos países y darles más efectividad a escala regional.

"Aunque el esfuerzo de seguridad en Afganistán es muy importante, nunca podremos tener éxito si no logramos tener un Estado básico", reconoció tras la decisión el ministro de Exteriores sueco, Carl Bildt, cuyo país ejerce la Presidencia de turno de la UE.

El plan comunitario parte de la admisión de que "la situación en Afganistán se está deteriorando", no los por la violencia, sino porque el progreso en la reforma política, la gobernanza y la creación del Estado "es demasiado lento y en algunas partes del país casi inexistente".

Afganistán vivirá el próximo 7 de noviembre la segunda vuelta de sus elecciones presidenciales y los europeos confían en que la celebración de esta ronda, tras la constatación de un fraude parcial en la primera, hará que las nuevas autoridades tengan un barniz de credibilidad y legitimidad ante su propio pueblo.

La UE cree que el país asiático entra "en un período decisivo", en el que "hará falta un Gobierno responsable" que aproveche el aumento concertado del apoyo internacional para un nuevo programa ante su pueblo.

El nuevo Ejecutivo afgano "debe adoptar un conjunto de compromisos políticos" con su población, dentro de un nuevo contrato entre Afganistán y la comunidad internacional, añade.

A partir de ahí, la UE establece objetivos como la creación de instituciones competentes, una acción clara y bien dirigida contra la corrupción, la formación de fuerzas de Policía, la reforma de la Justicia y el desarrollo agrícola y rural.

"Eso requiere claramente un esfuerzo mayor en el ámbito civil y político" por parte de la comunidad internacional, reconoció el ministro sueco durante una conferencia de prensa.

Además de exigir más al próximo Gobierno de Kabul, los europeos quieren que su aumento de ayudas vaya unido a una racionalización de sus esfuerzos, que elimine las duplicidades y dé mayor efectividad a su acción.