Al menos ocho soldados estadounidenses y dos afganos murieron ayer en un ataque insurgente contra sus posiciones en la provincia oriental afgana de Nuristán, anunció ayer la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en un comunicado.

Los atacantes, integrantes de una "milicia tribal" de la provincia, comenzaron la operación el sábado desde una mezquita y un pueblo cercanos a dos puestos de control de las tropas conjuntas.

"Las fuerzas de la Coalición repelieron la agresión y causaron muchas bajas al enemigo, mientras que ocho soldados de la ISAF y dos del Ejército afgano murieron", informó la organización en la nota divulgada ayer.

Por el momento, la ISAF no ha divulgado los nombres de los soldados fallecidos, a la espera de notificar sus muertes a las familias afectadas.

Según el comandante Randy George, se trató de un "ataque complejo en un área dificultosa".

Los talibanes, por su parte, en un comunicado colgado en su portal virtual reivindicaron la muerte de 40 soldados estadounidenses y de 30 afganos, y dijeron haber capturado a otros 30 militares afganos, entre ellos un comandante de la Policía. Además, en sus filas, cuatro talibanes murieron en el ataque y otros siete resultaron heridos, según los insurgentes.

Las tropas internacionales habían anunciado planes para abandonar la zona en la que se produjo el ataque como "parte de un reagrupamiento más extenso para proteger los centros de población más importantes".

Situada en las estribaciones meridionales de la cordillera del Hindu Kush y fronteriza con Pakistán, Nuristán es una región muy aislada con una fuerte presencia de los insurgentes, que controlan por completo su flanco occidental.

En Washington, el Consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, James Jones, consideró ayer que Afganistán no está en "peligro inminente" de caer bajo los talibán, pese a que el general Stanley McChrystal, comandante de las tropas de la OTAN en ese país, ha solicitado más tropas.

El problema en Afganistán "es mucho más complejo que sólo mandar un número de tropas, lo que necesitamos es que funcionen todas las cosas a un mismo tiempo", dijo en el programa de CNN "State of Union".

El general aseguró que la presencia de Al Qaeda es "muy reducida". Sin embargo, desde que asumió su cargo el pasado junio, McChrystal ha reiterado que la situación militar en Afganistán es peor que lo que esperaba y en agosto advirtió de que sin el envío de más soldados, los aliados podrían salir derrotados.