El Gobierno de Indonesia confirmó ayer que el atentado en los hoteles de lujo de Yakarta, que causaron la muerte de al menos nueve personas, fueron obra de una facción radical escindida de la Yemaa Islamiya, el brazo de Al Qaeda en el Sudeste Asiático.

Ansyaad Mbai, responsable de lucha antiterrorista del Ministerio de Seguridad, aseguró que el modus operandi de los terroristas suicidas y las bombas empleadas apuntan al grupo islamista Tanzim Qaedat al-Jihad que lidera el malasio Noordin Mohamed Top, un ex dirigente de la Yemaa Islamiya.

Para Mbai, la máxima prioridad ahora debe ser detener al terrorista malasio, un experto en explosivos relacionado con los atentados de Bali en 2002, que causaron 202 muertos.

Por su parte, los forenses continúan analizando el ADN de los restos de los dos presuntos suicidas para determinar sus identidades, un elemento clave para ratificar la autoría del atentado que aún no ha reivindicado ningún grupo terrorista.

Para reforzar la seguridad en la capital, el Ejército ha desplegado a 500 soldados adicionales, mientras se ha instado a hoteles y centros comerciales a elevar los controles de seguridad.

Por su parte, las fuerzas de seguridad de Filipinas están desde ayer en estado de máxima alerta con el objetivo de impedir posibles atentados de rebeldes islámicos como el acaecido en la capital indonesia.