Scotland Yard descartó que las fuerzas especiales británicas SAS hayan estado detrás de un plan conspirativo para asesinar a la princesa Diana de Gales y a su pareja, el multimillonario egipcio Dodi Al-Fayed, con lo cual no habrá una nueva investigación sobre el caso.

La Policía Metropolitana determinó que no existe "ninguna evidencia creíble o relevante" para creer que los miembros de la unidad de élite estaban relacionados al trágico accidente automovilístico en París.

Scotland Yard había recibido en agosto pasado una denuncia acerca de que las muertes de Diana y Dodi, ocurridas en agosto de 1997 tras un accidente automovilístico en el parisino Puente del Alma, estaban vinculadas supuestamente a un plan secreto elaborado y ejecutado por las fuerzas militares de Gran Bretaña.

Sin embargo, la Policía confirmó haber realizado un "ejercicio de largo alcance" que determinó que no hay justificación alguna para abrirse una investigación criminal.

Una causa judicial en 2008 concluyó que Diana y Dodi murieron debido a que el conductor del Mercedes Benz en el que viajaban, el francés Henri Paul, manejaba a alta velocidad tras haber consumido altas cantidades de alcohol.

También se concluyó que si la pareja hubiera llevado puesto el cinturón de seguridad, habría salvado sus vidas. Pero la prensa británica, en especial el dominical inglés Sunday Express, sugirió en agosto que el Ejército había pasado nuevas evidencias a la Policía sobre el caso.

Un comunicado de la Policía Metropolitana indicó que los detectives "tomaron declaración a un número de individuos, revisando récords de la causa".