El icono mundial Justin Bieber presentó ayer en España el disco que supone su consolidación artística, "Believe", un álbum con trece temas nuevos "totalmente diferente" a sus anteriores trabajos y "mucho más maduro", destinado a conquistar a un público que se extienda más allá de sus incondicionales adolescentes. Bieber ha señalado, en una entrevista con Efe que "quería crecer" musical y personalmente, "era hora de añadirle algo más" a su música.

"Mi propia voz suena mucho más grave", asegura el canadiense cuando le preguntan por "Believe", que sale a la venta el próximo 19 de junio. Aquel niño angelical ha dejado paso a un joven que ya ha entrado en la edad adulta, y eso ha tenido consecuencias directas en su música.

Como él mismo indica, el tono de su voz poco tiene que ver con el que sonaba en temas como "Baby" o "Never say Never", ambos de su primer álbum "My world", publicado en el año 2009.

Sus ansias de madurez quedan muy bien plasmadas en el primer single de "Believe", "Boyfriend", cuyo videoclip se aleja bastante de las producciones protagonizadas hasta ahora por Bieber. Más de 40 millones de internautas ya lo han visto en una actitud seductora y cariñosa hasta ahora poco conocida del canadiense.

Ludacris, Nicki Minaj o Big Sean son algunos nombres que han querido acompañarle en "Believe", que conjuga techno y R&B, aunque con una fuerte inclinación hacia este último y una senda muy parecida a la que en su día marcara Justin Timberlake, que es para Bieber "un espejo" en el que mirarse.

Justin Bieber lució ayer en Madrid una imagen personal de apariencia despreocupada, con sudadera roja, algo desabrochada, pero esta vez sin ocultarse tras gorras o capuchas.

Pantalones vaqueros y deportivas completaron el vestuario de este fenómeno del mundo "fan" quien, con 18 años recién cumplidos, 43 millones de seguidores en Facebook y 22 millones en Twitter, continúa imparable.