Las autoridades de EEUU han ordenado cerrar el espacio aéreo sobre la población de Rhinebeck (Nueva York) para ciertas aeronaves durante este fin de semana, lo que parece confirmar, pese al secretismo de los novios, que la boda de Chelsea Clinton se celebrará en esa localidad.

La Administración Federal de Aviación (FAA) emitió una orden que se puede leer hoy en su página web que prohíbe los vuelos sobre la localidad neoyorquina a una altura inferior a los 610 metros debido "al movimiento de personalidades importantes" en ese área al norte de la Gran Manzana.

La prohibición entrará en vigor a las 19.00 GMT de este sábado, día que se casará la hija de la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, y del que fuera presidente del país entre 1993 y 2001, Bill Clinton, y dejará de tener efecto a las 07.30 GMT del domingo.

El objetivo de la medida es garantizar la seguridad del acto, en el que se espera que se den cita personalidades de la política y de la vida cultural de EEUU, así como para salvaguardar la intimidad de la pareja, que ha llevado con gran discreción los preparativos de su enlace matrimonial.

Con esta prohibición, los fotógrafos que planeaban tomar imágenes de la celebración desde el aire lo tendrán ahora más difícil para captar alguna instantánea de la que muchos tildan como la boda del año en EEUU y que algunos medios neoyorquinos titulan con ironía como la "del milenio", debido a su elevado coste y secretismo.

Algunos cálculos divulgados los últimos días sitúan el precio de la boda de Chelsea con el banquero Marc Mezvinsky en varios millones de dólares, pero las cifras están basadas en conjeturas de conocidos organizadores de bodas, ya que poco se sabe con detalle de la misma.

La mansión Astor Courts, a orillas del río Hudson, en Rhinebeck, acoge ya una enorme carpa blanca con capacidad para 500 invitados, que los novios han elegido a orillas del río Hudson, según muestran las fotografías del lugar tomadas desde el aire y que publican hoy varios medios locales.

Casi todo está preparado en la lujosa mansión, diseñada en 1902 por el famoso arquitecto Stanford White y que es propiedad de Kathleen Hammer y Arthur Seelbinder, conocidos donantes de los Clinton, para acoger la ceremonia y un festejo en el que se espera desde a Oprah Winfrey, Steven Spielberg o Barbra Streisand, hasta a los ex primeros ministros británicos Tony Blair y John Major.