Las Cenas de Epicuro, que el maestro Auguste Escoffier impulsó en 1912, se han convertido en el siglo XXI en Gôut de France, que el 21 de marzo unirá en torno a la gastronomía francesa a más de 250.000 comensales de todo el mundo.

Hace tres años tomaron el relevo al considerado modernizador de la cocina tradicional francesa el Ministerio de Asuntos Exteriores y el prestigioso chef Alain Ducasse y, en esta tercera edición, Gôut de France sigue su crecimiento exponencial reclutando a 2.000 restaurantes de todo el mundo que, la noche del 21 de marzo, ofrecerán una cena especial de homenaje a la gastronomía francesa.

En España, Gôut de France se ha aliado con la Real Academia de la Gastronomía (RAG), la Federación de Cocineros y Reposteros de España, la Guía Repsol y el viticultor Víctor de la Serna para celebrar además "las influencias gastronómicas recíprocas en nuestros dos países, que comparten una extraordinaria diversidad culinaria y un mismo apego por la calidad", explica a Efe el embajador francés, Yves Saint-Geours.

Serán 60 restaurantes, 40 más que en la pasada edición y que van "de la tasca a la gran mesa gastronómica, para que sea accesible a todo el mundo", los que en nuestro país elaboren una cena afrancesada que irá acompañada con vinos galos.

Entre ellos, algunos con estrellas Michelin como Arzak (San Sebastián), Atrio (Cáceres), Coque (Humanes, Madrid) y Club Allard (Madrid), otros que tienen bien presente la tradición francesa como La Bomba Bistrot (Madrid) o Ratatouille Le Parisien (Zaragoza) e incluso algunos dedicados a otras cocinas como el nikkei Kena, en la capital. El listado completo está en la web www.ambafrance-es.org/Operacion-Gout-de-France.

"A Francia la gente siempre ha ido a comer y beber, a España hasta hace 20 años no", destaca a Efe el presidente de la RAG, Rafael Ansón, quien apunta que Francia ha legado al mundo el concepto de que "se puede disfrutar comiendo y para eso hay que educar los sentidos", mientras que España ha aportado "la cocina de la libertad, para el cocinero y para el comensal".

Los dos países comparten que "la cocina es cultura", resalta Saint-Geours, quien, como el resto de embajadores franceses en los cinco continentes, ejercerá como anfitrión de una cena que cocinará Vivien Durand, símbolo de la fusión culinaria franco-española que logró una estrella Michelin en Eguiazabal (Hendaya).

Al frente ahora de Le Prince Noir, cerca de Burdeos, Durand cocinará en nombre de la región de Nueva Aquitania, que ha elegido España como país en el que divulgar sus riquezas gastronómicas, como las ostras de Arcachon, las trufas de Périgord o la mantequilla de Échiré.

La colaboración entre la Embajada de Francia en España y la Real Academia de Gastronomía no sólo se limitará a Gôut de France, sino que sus dos responsables se han propuesto organizar eventos que divulguen las excelencias culinarias de ambos países como cenas en las que se sirvan "platos españoles y vinos franceses y viceversa", anuncia Ansón.

Un acuerdo en el que involucrarán al Instituto Cervantes y que ambos esperan sea beneficioso para dos países en los que la gastronomía es uno de los principales atractivos turísticos. Más aún en Francia, cuya cocina ha sido incluida en la lista del patrimonio inmaterial de la Unesco.

En todo el mundo, Goût de France estará dedicado en su tercera edición a la formación en hostelería, por lo que alumnos de distintas escuelas participarán activamente. "La base de los recursos humanos es imprescindible", subrayaba Santi-Geours.

De los 150 países participantes repartidos en los cinco continentes, los cocineros de Brasil y Japón son los más participativos, y entre ellos destacan nombres como los de Kiyomi Mikuni (Tokio), Helena Rizzo (Sao Paulo) o Jorge Rauchs en Bogotá.