Antonio Aguiar. Cocinero y persona de porte elegante donde los haya. Hace una década se posicionaba en la cabeza visible de la efervescencia gastronómica que se contagiaba en las Islas. Muy amigo de los fallecidos Felipe "el Payés" y Mariano, el extraordinario cocinero de Casa Pancho (Playa la Arena), o de Teobaldo Méndez, que revolucionó la repostería tinerfeña desde su obrador de El Aderno, en Buenavista, le bastaron unos meses al frente de La Fundación de Santa Cruz para que diera destellos de solvencia en la alta cocina de entonces.

Sin embargo, fue honesto consigo mismo y eligió lo que le gustaba: oficiar en la cocina de un espacio como estila, desde hace años, Casa Lala, en El Durazno (Puerto de la Cruz).

Cómo ve Antonio Aguiar el momento gastronómico actual, desde la atalaya de la veteranía.

A mi parecer se ha constado ya una superación impresionante, tanto en calidad de producto en nuestra restauración, como en el talento y la preparación de los jóvenes chefs que van relevando a los cocineros punteros de Tenerife. Creo que esto es positivo para nuestra tierra, ya que la defensa de nuestra esencia en la cocina y en los vinos se traduce en una proyección hacia el visitante, que definitivamente desecha que Canarias sea solo destino de sol y playa.

Aún se recuerda aquel cherne negro de La Fundación...

Sí, no es para menos. Era una delicia tanto conseguirlo como prepararlo y, por supuesto, saborearlo. También me gustaba mucho, de aquella época, aquel canelón de cochino negro que obtuvo una gran aceptación y que era finísimo en el paladar.

¿Con qué género se ve más cómodo trabajando en sus fogones?

Me encantan los pescados de nuestras aguas; "sacarles el jugo" en los calderos, pero también los granos, esas legumbres...

Más que tapa, ¿media ración?

Lo de la tapa creo que hace tiempo que se diluyó en las Islas y la media ración armoniza oferta, demanda y precios; y siempre ha ido mejor con el estilo canario.

A los cocineros que comienzan en este oficio, ¿qué receta les daría?

Cuidar la materia prima y, sobre todo, mucho amor y dedicación.