Agustín Gcía. Farrais, enólogo de la familia que elabora la marca Tajinaste, presentó la joya que genera expectativas.

Antes de concluir su presentación, Agustín García Farrais recibió el elogio y el aplauso de los presentes en la sala de cata de la vinoteca El Gusto por el Vino. "Estamos acostumbrados a admirar a esos enólogos foráneos que hacen maravillas en Ribera del Duero, Toro o Rioja,... Con este CAN serán ahora muchos entendidos foráneos los que harán lo propio contigo. Estamos orgullosos de este trabajo", se afirmó.

No es para menos. El experto detalló de forma amena los paulatinos ciclos y esfuerzos de un proyecto de su familia, de él y sus padres concretamente -Agustín García Hdez. y Cecilia Farráis Lorenzo- que ahora se plasma en este caldo equilibrado, delicado, que va a generar no pocas expectativas al disfrutarlo ya o en su guarda en botella.

La fantástica vinoteca santacrucera contagiaba ya a la entrada, y previamente al acto, una atmósfera de buena nueva, de bríos de una elaboración de La Orotava bien hecha y que se suma a esa nave en la que nuestras joyas vitícolas deben remar hacia la misma dirección para refrendar la calidad del producto canario aquí y fuera.

Además de distintas gamas de Tajinaste, se pudo catar también el Vendimia Seleccionada y, finalmente, bajo la guía de García Farrais, el flamante CAN 2009, que ha nacido con criterios con los que se intenta lograr un tinto de corte moderno, armonioso, estructurado y de agradable persistencia.

Tanto los presentes como el anfitrión, José Antonio Armas, tuvieron ocasión de formular cuestiones al enólogo orotavense sobre continente y contenido, e intercambiar opiniones sobre un caldo al que se le adivina una brillante andadura. Ahora mismo descansa en las barricas el CAN 2010.

Sobre el nombre de esta marca de la bodega Tajinaste, García Farrais resaltó la facilidad para retenerlo para cualquier consumidor y sea éste de la procedencia que sea. Asimismo, propicia rápidamente esa relación directa con su localización en Canarias.

Botella llamativa

Contribuye a admirar el acabado en ese trabajo meticuloso del diseño de la botella, en buena parte de Yanira Quintero, con una etiqueta limpia y dimensionada en la que es perceptible el origen de las Islas Canarias. También, el origen del néctar, La Finca de La Araucaria, en la Villa, de listán negro procedente de viñas viejas con vijariego negro.

Nueve meses en barrica nueva de roble francés de Nevers 66% nueva y 33 % de un año han servido para extraer un resultado que no deja indiferente: elegante, pulido y que ganará mucho en su descanso en botella.

Entre la concurrencia, se transmitieron sensaciones óptimas que luego tuvieron prolongación en los corrillos improvisados, acompañado el tinto con muestras de queso canario por cortesía de Sergio Santos y su equipo.

García Farrais, consolidado y prestigioso colaborador con sus artículos especializados en estas páginas de gastronomía, por cierto, tiene buenas sensaciones para esta y la próxima añada.