Coalición Canaria (CC) volvió a ganar ayer en el Cabildo de Tenerife, pero con la mayoría -simple- más baja que se ha producido desde 1979, esto es, desde la primeras elecciones democráticas o, si se prefiere, en la historia contemporánea de la institución.

Al cierre de esta edición, con el 96,99% escrutado, a las 1:54 horas, la candidatura nacionalista, encabezada por Carlos Alonso, obtenía 10 consejeros (105.827 votos; 28,71%), en un notable retroceso -de efecto práctico menor, eso sí, debido al pacto que viene- con respecto a los resultados de anteriores comicios: 15 en 2011 y 14 en 2007.

Por su parte, el Partido Socialista (PSOE) de Aurelio Abreu se mantenía en siete (75.051 votos y un 20,36%) y el Partido Popular (PP), con Manuel Domínguez como cabeza de cartel, retrocedía a siete consejeros (71.905 votos y un 19,50%), dos menos que en las anteriores elecciones, cuando alcanzó nueve aupado por la ola nacional de entonces.

La era "post-Melchior" deja también dos nuevas formaciones en el tablero insular: Podemos, que entra con fuerza, con cuatro consejeros (51.247 votos y 13,90%), y Ciudadanos (C´s), que, al socaire de su impulso nacional, y pese a casi no haber realizado campaña para esta institución, se hizo con un representante (20.374 sufragios y un 5,53%).

Hasta ahora, el triunfo de resultado más bajo desde 1979 se había producido en 1995, cuando Coalición ganó con 12 actas. Las otras victorias más reducidas habían sido con 13: el PSOE, en 1983, y ATI, en 1987 y 1991.

En otro sentido, mientras que un consejero estuvo "bailando" durante buena parte del escrutinio entre Podemos y C''s, ni ANC, SXTF, CCD, P-LIB y PCPC rascaron nada. Tampoco, y especialmente, IU-LV, XTF-NC, CCN o UPYD, con resultados, en el caso de los dos últimos, muy negativos para lo esperado.

Con todo, Coalición está obligada, nuevamente (tal como ocurriese en 2011 y 2007), a pactar para gobernar tras unas elecciones que dejarán un Cabildo con menos consejeros (29 frente a los 31 del anterior mandato), habida cuenta de la bajada poblacional experimentada en la Isla.

A partir de ahora llega el capítulo de la búsqueda de un pacto que puede estar condicionado al Gobierno regional o, en otro caso, que sea de abajo a arriba, desde los municipios, en una suerte de "sálvese quien pueda". Los próximos días lo dirán.

En una reciente entrevista multimedia durante la campaña electoral con el Grupo de Comunicación El Día, Carlos Alonso poco ahondaba en sus preferencias para pactar, pero sí decía decantarse por la formación política que mejor defienda los intereses de Tenerife. ¿Finalmente será el Partido Socialista o el Partido Popular? He ahí la cuestión.