El presidente de la patronal de la banca española (AEB), José María Roldán, ha dicho hoy que la Asociación y las entidades que la integran no descansarán hasta recuperar la confianza de la sociedad española, que es el gran reto al que se enfrentan, y no sólo mejorar la rentabilidad.

Durante su intervención en el Sexto Encuentro Financiero, organizado por Expansión y KPMG, Roldán ha señalado que los bancos tienen que demostrar "el papel fundamental" que desempeñan en la canalización del crédito hacia las actividades productivas" y su contribución al crecimiento, la estabilidad y el empleo.

Para Roldán, también es fundamental que la banca remunere adecuadamente a los accionistas elevando la rentabilidad de los recursos propios (ROE), para lo cual recomienda "perseverar en la reducción de los costes de estructura, perfeccionar el provisionamiento de las carteras y mantener los márgenes en un entorno adverso".

"El desafío que tienen por delante los bancos españoles continúa siendo titánico, como lo han sido los obstáculos ya superados", ha dicho.

Roldán también ha querido recordar en su intervención al asesor de la AEB Federico Prades, recientemente fallecido, que dedicó a la asociación 24 años de su trayectoria profesional y con cuyo criterio y visión "se echa de menos".

La evolución del sector financiero español dependerá de la trayectoria de la economía, si va bien, el sector irá bien, pero no es suficiente.

Las entidades, ha indicado, también tienen el reto de "estar más cerca del mercado y de los clientes, y mantener la solvencia del sector con un sólido balance contable y con el suficiente capital regulatorio para cumplir con los mayores y cada vez más exigentes requerimientos prudenciales".

De momento, los bancos españoles "han demostrado su capacidad de superación en circunstancias más adversas que las actuales", gracias a una gestión prudente, al control de los riesgos y a la adopción de estrategias, lo que les ha permitido adaptarse con éxito a diferentes mercados y continuar siendo eficientes y solventes, ha precisado.

Desde el inicio de la crisis, en 2008, las entidades españolas han realizado un volumen de saneamiento y provisiones de 290.000 millones de euros, equivalente al 27 % del PIB nacional.

Ninguno de los bancos pertenecientes a la AEB ha necesitado dinero público para su recapitalización y, además, han contribuido con una parte muy significativa de este esfuerzo al aportar directamente y a través del Fondo de Garantía de Depósitos unos 10.000 millones de euros, ha presumido Roldán.

El sector ha reducido su tamaño considerablemente, ya que en estos años se han cerrado 14.000 oficinas, el 31 % de la capacidad instalada, recorte acompañado de una reducción "gradual y no traumática" de las plantillas en un 27 %, mediante prejubilaciones y bajas incentivadas.

Todo esto ha permitido a la banca mantener sus ratios de eficiencia en niveles "competitivos", por debajo del 50 %, mejor que "cualquier sistema bancario de nuestro entorno económico".

También ha sido muy destacable el esfuerzo en solvencia, ya que a 31 de diciembre de 2014, los fondos propios en balance representan el 8 % del total de los activos del sector, por encima del 6 % que presentaban antes del inicio de la crisis.

En términos de Basilea III, la ratio de CET1 de las entidades de la AEB era del 12,3 % en junio de 2015, lo que demuestra que los bancos españoles cotizados "cumplen con creces los niveles mínimos de solvencia que exige la regulación".

El esfuerzo realizado en provisiones, recapitalización, limpieza de balances y consolidación, demuestra que la banca española está bien preparada para apoyar el proceso de recuperación de la economía y también para afrontar los riesgos que traiga el futuro, sobre todo los que se derivarían de un débil crecimiento económico en Europa y el mundo, ha dicho.