Los dueños de vehículos afectados por el escándalo de Volkswagen en Reino Unido no tendrán que pagar más impuestos por contaminación aunque sus automóviles emitan más gases de lo estimado hasta ahora, anunció hoy el Gobierno británico.

El impuesto por contaminación se calcula en Reino Unido en función de las emisiones de CO2 de los vehículos y puede alcanzar las 505 libras al año (680 euros).

"El Gobierno espera que Volkswagen apoye a quienes compraron sus vehículos en Reino Unido, y nosotros estamos ejerciendo nuestro papel asegurándonos de que nadie acabará pagando más impuestos como resultado de este escándalo", afirmó el ministro de Transporte, Patrick McLoughlin.

Volkswagen manipuló los motores de 11 millones de vehículos diesel -1,2 millones de ellos en Reino Unido- de forma que los niveles de contaminación parecen bajos en las pruebas de laboratorio.

Una vez en la carretera, sin embargo, los automóviles producen hasta cuarenta veces más óxidos de nitrógeno, un engaño cuyo arreglo podría alterar el rendimiento del vehículo y sus emisiones de CO2.

La firma alemana ha admitido que los 1.189.906 automóviles afectados en este país corresponden a las marcas Volkswagen (508.276), Audi (393.450), Seat (76.773), Skoda (131.569) y Volkswagen Vehículos Comerciales (79.838).

La pasada semana, el Gobierno británico avanzó que establecerá nuevos controles sobre todos las marcas de automóviles que circulan en el país para determinar si hay más fabricantes que manipulan los niveles de emisiones.

McLoughlin declaró que la Agencia de Certificación de Vehículos británica debe asegurarse de que el problema detectado en los automóviles de Volkswagen "no afecta a la industria en general".