La industria de los cruceros en España tuvo un impacto en la economía de 1.208 millones de euros en 2014 y generó 25.483 empleos, lo que convierte a este país en el cuarto mercado europeo, gracias sobre todo a su segunda posición en número de pasajeros recibidos, con un nuevo récord de 4,89 millones.

Éstos son algunos de los datos más destacados del informe sobre la industria de los cruceros en España y Europa correspondiente a 2014 que ha elaborado la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA) y que se ha presentado en Barcelona.

Con estos 1.208 millones de euros, España mantiene su cuarto puesto en 2014 como país que más aporta a la industria de cruceros en Europa pese a que esta cifra supone una pequeña caída del 1,4 % en relación al impacto económico de 2013.

Sin embargo, la situación actual es mucho más halagüeña que la de 2008, cuando se inició la crisis, ya que la contribución económica ha crecido respecto a esa fecha un 11,8 % y los empleos generados son también un 13,7 % más.

Italia, Alemania, Reino Unido, España y Francia, por este orden de relevancia, suman el 80 % de la contribución económica al sector en Europa, que crece en global un 2,2 % en relación a 2013 hasta alcanzar un nuevo máximo histórico de 40.200 millones de euros.

Un total de 4,89 millones de cruceristas hicieron escala en los puertos españoles en 2014, sólo por detrás de los italianos, al tiempo que España ocupa también la segunda posición como puerto de embarque con 1,26 millones de pasajeros.

Barcelona continúa siendo un año más el puerto de cruceros líder en Europa, con 2,36 millones de pasajeros, mientras que el siguiente español en relevancia es Palma de Mallorca, que ocupa el cuarto lugar con 1,33 millones de pasajeros.

El informe detalla que el gasto medio por crucerista en España fue de 81 euros en el puerto de embarque y de 62 euros en escala, mientras que la tripulación desembolsó unos 23 euros en cada puerto.

Este gasto cayó un 5,1 % respecto al año anterior debido especialmente a la caída del 6 % de las embarcaciones y de las visitas en tránsito en los puertos españoles, aunque aumentó en un 21 % la inyección económica de las compañías de cruceros en reparación de barcos y sueldos y beneficios para los empleados.

En el conjunto de Europa, el gasto realizado por la tripulación y los pasajeros de los cruceros supone 16.600 millones de euros, un ligero crecimiento en relación a los 16.200 de 2013.

Además, este sector generó en 2014 cerca de 10.000 nuevos empleos en toda Europa, llegando a contabilizar un total de 349.000 puestos de trabajo en cruceros y empresas relacionadas.

Las previsiones de CLIA para los próximos años son "moderadamente positivas" para España, según destaca el informe, dado el crecimiento de los indicadores económicos que se esperan para este país, al tiempo que se prevé que la capacidad de barcos que naveguen por el Mediterráneo aumente un 9,3 % este año.

Europa es hoy día uno de los principales destinos de los pasajeros de cruceros de todo el mundo, aunque los europeos son sólo el 30 % de todos los pasajeros de cruceros del mundo.

En 2014, cerca de 6,4 millones de europeos reservaron unas vacaciones en un crucero, un 0,5 % más que en 2013.

En la presentación del estudio, el presidente de CLIA Europa, Pierfrancesco Vago, ha destacado la contribución de la industria de cruceros a la recuperación económica en Europa y advirtió que la buena evolución de estas cifras "no está garantizada".

Así, se ha mostrado preocupado por algunos datos como la reducción en un 3,6 % con respecto a 2013 de los pasajeros que embarcaron en un crucero desde un puerto europeo (lo hicieron 5,85 millones).

Esta tendencia al descenso de Europa como destino es, a su juicio, resultado de "serios obstáculos al crecimiento que no se pueden ignorar", por lo que ha reclamado cambios en la legislación medioambiental y en el procedimiento de visados, además de más inversión en infraestructuras costeras e instalaciones portuarias.

Pese a todo, Europa se mantiene como principal centro de construcción de barcos de cruceros en el mundo y los astilleros del continente tienen previsto ensamblar 29 nuevos barcos hasta 2018.