El exmiembro del consejo de Spanair Josep Maria Benet ha asegurado que habría sido "una irresponsabilidad" cerrar la aerolínea en el verano de 2011, en su declaración en juicio como demandado por presuntamente contribuir a retrasar cinco meses el concurso de acreedores agravando así la insolvencia de la compañía.

"Mi moral no me permitiría cerrar la compañía en ese momento --julio de 2011--. En verano empezaba a ganar dinero, habría sido un sinsentido de enormes proporciones", ha valorado en el juicio mercantil que ha comenzado este martes en la Ciudad de la Justicia de Barcelona.

Benet ha considerado que, después de un invierno de pérdidas, el verano ese verano fue un momento boyante para la aerolínea: la Generalitat había prometido financiación y las negociaciones con Qatar Airways prosperaban para poner en marcha un ''hub'' en Barcelona

Por el contrario, el exmiembro del consejo ha asegurado que se encontraron con una situación de "insolvencia inminente" en enero de 2012 tras el cese de la financiación de la Generalitat y que fue entonces cuando era conveniente acudir al concurso de acreedores y no antes.

Se ha pronunciado así en la misma línea del entonces presidente de la compañía, Ferran Soriano, que también ha asegurado que no acudieron antes al concurso porque tenían financiación de la Generalitat para poner en marcha el ''hub'' que, según él, aumentaría el PIB de la ciudad en un 3 por ciento".

También ha declarado como testigo el que era secretario de Economía y Finanzas de la Generalitat, Albert Carreras, que formaba parte de la comisión interdepartamental que se encargó de "tener los ojos bien abiertos" para que los fondos públicos inyectados a la compañía se utilizaran convenientemente, según ha dicho él mismo en juicio.

Carreras ha explicado que las ayudas públicas a Spanair se mantuvieron hasta que estuvieron "convencidos de que financiarla un día más sería desperdiciarlos"; fue cuando Qatar Airways rompió las negociaciones a finales de 2011 para la adquisición de la aerolínea, y ha añadido que las nuevas conversaciones que emprendió Spanair con una compañía china HNA tenían un resultado incierto.