El Banco de España ha dado hoy su apoyo a la reciente ley de desindexación -que desvincula la formación de precios del IPC- y ha considerado que repercutirá en una "mejora sustancial" de la competitividad y la creación de empleo.

En su boletín de enero, la entidad supervisora afirma que separar la actualización de rentas, precios y otros conceptos de las Administraciones Públicas de la evolución del Índice de Precios de Consumo podría evitar la reaparición de algunos de los desequilibrios que han agravado la actual crisis en España.

Para el Banco de España, esta norma permite avanzar en la superación de las rémoras que más han lastrado la capacidad de adaptación de la economía española a los requisitos derivados de la participación en un área de integración monetaria y de estabilidad de precios.

Además creen que cabe esperar que haya un cambio generalizado de las pautas de comportamiento que reduzca "sustancialmente" el grado de indexación de la economía española, de manera que la formación de precios se alinee con sus factores fundamentales de oferta y demanda.

La ley de Desindexación de la Economía Española, en trámite parlamentario, pero parcialmente en vigor vía presupuestos, elimina las subidas automáticas de precios en función del IPC en el sector público y propone un nuevo índice con un techo del 2 % y un suelo del 0 % en el sector privado.