La petrolera Repsol ha presentado hoy su plan estratégico hasta 2016, periodo en el que prevé invertir 19.100 millones de euros, y en el que revisará su política de dividendos, con un menor porcentaje del beneficio destinado a este fin, para crecer y mantener la calificación crediticia.

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, ha presentado hoy, tras la expropiación el pasado mes de abril del 51 % de su participación en YPF, las líneas de negocio de la petrolera con un pilar fundamental: el área de Exploración y Producción (Upstream), al que se destinarán el 80 % de las inversiones.

El objetivo es que al final del periodo se alcance una producción de 500.000 millones de barriles equivalentes de petróleo al día y que la tasa de reemplazo (que refleja la relación entre el petróleo que se extrae y las nuevas reservas que se descubren) esté en el 120 %, diez puntos más que en su anterior estrategia.

Para lograr estos objetivos, Repsol se centrará en diez proyectos "clave" en Brasil, Estados Unidos, Venezuela, Perú, Bolivia, Argelia y España (Canarias y Tarragona), que reaparece entre los "focos" en exploración y producción de la compañía.

Junto a esto, se aprovechará la mayor eficiencia del área de Refino y Marketing (Downstream) y se prevén diversas alternativas para dar "solidez financiera" y mantener la calificación crediticia.

En términos de beneficio, el objetivo es ganar unos 3.000 millones de euros en 2016 y multiplicar por 1,8 el beneficio neto respecto a 2011, cuando ganó 1.700 millones de euros (excluido YPF).

En el camino hasta 2016, Repsol prevé desinversiones selectivas, entre las que por ahora no entra el 30 % de Gas Natural, por valor de entre 4.000 y 4.500 millones de euros; así como la venta de otro 5 % de autocartera este mismo año.

La gestión de estas partidas, junto a la conversión de preferentes y la salida del balance de la deuda de YPF, permitirán a la petrolera reducir en 9.000 millones su deuda y mirar a un horizonte de "endeudamiento casi cero" con un plan de negocio "autofinanciado".

En este capítulo de "disciplina financiera", tiene especial relevancia la política de retribución al accionista, donde se ha señalado que el "pay out", porcentaje de beneficio destinado a dividendo, pasará a estar entre el 40 % y el 55 % a partir de 2012.

En este sentido, Brufau ha reconocido que será difícil mantener el ritmo de dividendo actual. En 2011, la petrolera pagó 1,16 euros por acción.

No se va a "sacrificar" el crecimiento o las calificaciones crediticias por la retribución al accionista, ha advertido el máximo directivo de la petrolera.

En Bolsa, las acciones de la petrolera se han dejado hoy un 7,17 %, hasta los 12,82 euros, en la segunda mayor caída de la sesión.

Sobre el conflicto en Argentina, Brufau ha mostrado su disposición a negociar para recuperar lo que les corresponde en YPF, nacionalizada en abril, aunque ha reconocido que no hay la misma voluntad en el actual Ejecutivo argentino.

El presidente de Repsol ha emplazado la solución del conflicto a la llegada de un nuevo Gobierno en Argentina, dispuesto a negociar.

Sobre el 6 % que aún mantiene Repsol en YPF, ha recordado que van a seguir exigiendo que se lance una opa.

Y ha apuntado que las dificultades del grupo Petersen, que mantiene el 25,46 % de YPF, para pagar la deuda contraída con Repsol puede hacer que la petrolera española pase a controlar el 12 % de la argentina, ya que el préstamo tiene asociadas como garantías acciones por alrededor del 6 % del capital de YPF.

La petrolera, que ayer aprobó una nueva estructura organizativa con Nemesio Fernández-Cuesta como nuevo director general de negocios (COO), aprovechó hoy también la presentación de este nuevo plan para mostrar su sede en Madrid y su renovada imagen corporativa, ya sin la denominación YPF.