Consciente de que el cinturón presupuestario está muy apretado en la Administración autonómica y central, las miras del presidente de la Confederación Provincial de Empresarios tinerfeña (CEOE-Tenerife) están en Bruselas. De ahí debe partir, recalca José Carlos Francisco, el plan de dinamización económica que aporte crecimiento y despeje el camino de Canarias. Respecto a la subida de impuestos autonómicos, muy criticada por los empresarios, dice que la asume pero también que el ajuste debió centrarse más en el sector público.

Como sugiere el último boletín de la CEOE-Tenerife, ¿se retrasará un año la recuperación económica en las Islas por la subida de impuestos?

Entendemos que los recortes del Gobierno canario son producto de un plan de estabilidad europeo y, lógicamente, siguen el programa de ajuste español. Y reconocemos que el Ejecutivo ha hecho su tarea presupuestaria mejor que la mayoría de comunidades porque ha sabido contener la deuda y el déficit. Nuestra crítica no es furibunda porque entendemos que la situación deja pocas alternativas.

Lo que sí decimos es que nos gustaría que se hicieran ajustes en la Administración para dimensionarla acorde con las funciones que tiene. Hay órganos que no tienen ninguna. Entonces, que desaparezcan. Una vez que eso se haya hecho, pues que se hagan también los ajustes en impuestos. No queremos que parezca que no queremos pagar. La mayoría de los impuestos la termina pagando el ciudadano. El efecto negativo no es para la empresa, sino para el empleo. Al fin y al cabo, no han subido el Impuesto de Sociedades.

En nuestro informe hemos hecho una previsión de qué efecto pueden tener la subida fiscal y la reducción de la inversión pública. Estimamos una reducción adicional del PIB este año y el próximo. Y teníamos una previsión de que se destruirían 30 empleos diarios, pero con estas medidas sube a 60. Esto demuestra que solo con ajustes no salimos de la situación, que requiere racionalizar las administraciones públicas y un plan de crecimiento y dinamización.

Entonces, debió haberse puesto más énfasis en recortar el gasto que en aumentar la recaudación. ¿Es lo que habría hecho si fuera otra vez consejero de Hacienda?

No sé, pero no se puede perder la perspectiva de que aún hay elementos de ahorro en las administraciones públicas; no en sanidad, por ejemplo, sino en órganos como los de urbanismo o planeamiento. Si ahí prácticamente no se está haciendo nada, no se están dando licencias, ¿por qué hay el mismo número de personas que hace cinco años, en pleno boom inmobiliario? Está claro que sobra gente. Subir los impuestos probablemente había que hacerlo, pero quizás no de forma tan radical.

¿Aún se pueden negociar con el Ejecutivo esas medidas?

Vemos al Gobierno bastante cerrado, sobre todo después de que su plan de ajuste se aprobara en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. No desistimos, pero ahora lo vemos bastante complicado porque habría que cambiar ese plan.

¿El programa de dinamización al que apela sería autonómico?

No. El Gobierno de Canarias tiene limitada su capacidad de endeudamiento. El Estado, tres cuartos de lo mismo. Solo puede ser europeo. La Unión tiene capacidad para hacer un gran plan, por ejemplo de un billón de euros en cuatro años, que haga compatible los ajustes con la creación de empleo. Debe ser potente en infraestructuras, no se puede quedar corto.

En el nuevo contexto, ¿es más difícil que a partir del segundo semestre de 2013 la economía canaria empiece a crecer?

Si no hay un plan de dinamización, ni este año ni el próximo. Es condición sine qua non para que la economía vuelva a crecer. Creemos que esa reflexión que deben hacer los Estados miembros, sobre todo de la eurozona, llegará.

Usted anima a emprender negocios. ¿En qué?

Los jóvenes van a tener oportunidades donde otra gente no las ve. Las cosas están cambiando, como las necesidades de los consumidores, y los jóvenes son capaces de detectarlas mejor. Por ejemplo, en temas de publicidad, filmar cortos para grandes marcas, películas... La cercanía a África también abre posibilidades, igual que las telecomunicaciones. Siempre comentamos nuestras desventajas para la industria, pero no las hay para prestar esos servicios. Pero probablemente nada de lo que va a funcionar dentro de cinco años lo habré dicho yo.

¿Para emprender son necesarios nuevos estímulos fiscales?

Es más importante que las ayudas el simplificar trámites y eliminar burocracia. Eso desincentiva más, sobre todo a los jóvenes, que no tener una subvención.

¿Le da confianza la reforma del sistema financiero o cree que ahogará más el crédito?

Ese es otro de los elementos que nos lleva a pensar que este no será un buen año. Estimamos que el crédito no se va a revitalizar. Y una economía sin él es casi imposible que funcione de manera dinámica. Nuestra impresión es que en 2012 va a estar muy limitado, sea la reforma un éxito o no. Y la banca coincide con esta percepción.

¿Pierden algo las Islas con la inmersión de CajaCanarias en un proyecto como Caixabank?

Ya perdió cuando se integró en Banca Cívica. Ahora, sí, es una parte más pequeña del proyecto. Hemos perdido que los decisores estén aquí. Nos queda una entidad pequeña como Cajasiete, pero hemos perdido las dos más importantes que teníamos. Es verdad que La Caixa ha tenido un compromiso aquí con la obra social y sus máximos directivos han sido canarios, pero, evidentemente, es una pena.

No es algo solo simbólico...

No, no, no. Si tú quieres que los bancos o cajas participen también como socios en la industria canaria, era mucho más fácil con el modelo anterior. Ahora depende de estrategias y decisiones más globales y no se está mirando el interés canario en particular. Si me dejan elegir, prefiero el modelo de decisores propios.

A la reforma laboral se le tenía miedo porque se piensa que los empresarios recurrirán más a la parte que facilita el despido que a las medidas de flexibilidad para evitarlos. ¿Se están utilizando ya esas herramientas?

Hubo una gran liturgia de la confusión en torno a la reforma. A ningún empresario le es más fácil despedir que antes. Cuesta lo mismo. Esto es una reforma estructural, a largo plazo, que no pretende que los cambios se produzcan al día siguiente. Esperamos que los empresarios hagan un buen uso de las medidas que tratan de que no se despida y dan más margen para utilizar mejor los recursos. De verdad, no creo que la reforma tenga una gran implicación en que haya más o menos despidos. Eso es una cuestión de demanda. Si esta hubiera subido, los empresarios ya habrían contratado a más gente.

Los sindicatos insisten en que, si se sigue despidiendo, entonces sí que no habrá demanda...

En economía, lo que es bueno a nivel individual, en conjunto puede ser malo. En mi empresa tal vez no tenga más remedio que echar a cuatro para no cerrar y mantener a ocho. Eso, multiplicado, deprime el consumo. Es evidente, pero a nivel individual hay que tomar decisiones. Igual que hace el consumidor cuando reprime su gasto.

¿El mercado laboral canario se abrirá a medio plazo?

Siendo honestos y sinceros, este año seguiremos perdiendo a partir de julio 60 empleos al día. El año que viene va a depender del plan europeo de dinamización. Es lo que podemos decir. Estamos en unas cifras que, moralmente, una sociedad tiene que hacer todo lo posible por no tenerlas.

Hay quienes reprochan que el Régimen Económico y Fiscal, sobre todo la Reserva para Inversiones en Canarias, no ha servido para atenuar la crisis. ¿Cabía esperarlo o para eso hace falta una reforma?

Lo que sí es verdad es que el REF hay que pensarlo en función de la época en la que se está. En muchos aspectos ha quedado obsoleto porque la economía ha cambiado. Ahora tenemos el reto de hacer un nuevo REF que debería estar pensado no para 2013 ó 2014, sino para el futuro. Ha sido un instrumento muy bueno. La RIC ha permitido reinvertir en Canarias. Ha hecho un buen servicio a la economía y a la creación de empleo.

Pero hay dudas respecto a la productividad que han tenido determinadas inversiones.

La burbuja inmobiliaria aquí ha sido igual que en otros sitios. Ese sector no se hundió por la RIC. ¿Ha habido inversión de la RIC en el sector inmobiliario? Sí, pero también en ampliación de industrias o creación de negocios. Los hoteleros han ampliado, modernizado y abierto. En el próximo REF habrá que ver si se mantiene y en qué términos. Lo peor es su litigiosidad e inseguridad jurídica.