"El funcionamiento eficaz y fluido del sistema financiero es una premisa imprescindible para el desarrollo de la economía real, por lo que si lo créditos no llegan a las empresas, continuará el proceso de destrucción del tejido productivo, sobre todo de pequeñas y medianas empresas (pymes), que constituyen el 98% del entramado empresarial canario, así como la paralización de los escasos proyectos de inversión que pudieran acometerse, lo que frenará la actividad emprendedora necesaria para reactivar el empleo".

Desde este punto de partida analiza la patronal provincial CEOE-Tenerife la restricción crediticia que sigue trabando la recuperación económica en todo el país. El cierre del grifo lo revelan las encuestas realizadas a empresarios y los datos que publica periódicamente el Banco de España.

La financiación externa, medida según la deuda total que tienen contraída los hogares y las empresas, bajó un 2,1% en noviembre pasado en comparación con el mismo mes de 2010 (interanual). En Canarias, los créditos concedidos a ambas sectores y a la Administración sumaban al cierre del tercer trimestre 53.894 millones de euros, un 5,4% menos que un año antes, mientras que a nivel estatal el recorte era del 2,1%, con una merma superior, del 2,8%, en el caso de familias y sociedades.

El balance isleño supone retroceder a niveles anteriores a la crisis. Los empresarios lamentan que "transcurridos más de cuatro años desde que comenzaran a percibirse los efectos negativos de la actual crisis económica y financiera internacional, y a pesar de que el 30 de septiembre el Banco de España dio por finalizado el proceso de reestructuración del sistema financiero, cumpliendo con el Real Decreto Ley 2/2011, sigue observándose una importante contracción crediticia y un endurecimiento de las condiciones de financiación ajena, con unos tipos de interés demasiado altos", señala el secretario general de la CEOE-Tenerife, Pedro Alfonso.

"El bloqueo del crédito sigue poniendo entre las cuerdas a cientos de miles de empresas que se ven obligadas a sobrevivir a costa de recortes de personal y de la paralización de cualquier proyecto de inversión", advierte el presidente de la Cámara de Comercio de la provincia tinerfeña, Ignacio González Martín. Coincide con Alfonso en que "llama la atención cómo después de cuatro años de intensa crisis económica, en vez de aminorar la presión, la contracción del crédito se desplaza con más fuerza que nunca a la economía real a través de mayores costes de financiación y peor acceso".

Sufren más las pymes

Según la última encuesta del Consejo Superior de Cámaras, el 88% de las pymes que se dirigieron a una entidad financiera durante el tercer trimestre del pasado año tuvo problemas para acceder al préstamo solicitado, la cifra más alta desde que se realiza el sondeo (2009). El 14% de ese grupo, además, no lo obtuvo, principalmente por la falta de garantías. Y, sea consecuencia de lo anterior o de las dificultades de las empresas, cada vez son menos las que se acercan a la ventanilla del banco: un 65% en el periodo citado, diez puntos menos en términos interanuales.

El secretario general de la CEOE-Tenerife corrobora que las mayores dificultades asaltan a las pymes y recuerda que, según otra encuesta del Instituto Nacional de Estadística, una de cada cuatro empresas de entre diez y 250 trabajadores no obtiene la financiación externa que necesita. "El efecto de la crisis -indica Alfonso- sobre el sistema financiero no solo ha convertido el crédito en un recurso escaso, sino que además ha endurecido sus condiciones. Para su concesión se exige una buena situación empresarial, en cuanto a solvencia y viabilidad, y unas elevadas exigencias de avales y garantías, obstáculo que requiere una evaluación más prudente en la presentación de solicitudes".

Otro factor que dificulta el acceso al crédito es la falta de confianza en el corto plazo, un escenario que desmotiva la asunción de riesgos por parte de las empresas, reconoce el representante de la patronal. A ello se suman, para terminar de enquistar la actividad económica en las Islas, las escasas perspectivas de recuperación de unos niveles aceptables de consumo e inversión y el retraso en los cobros en los contratos de obras y servicios con la Administración.

Para el delegado en Canarias de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Jerónimo Barrera, la clave del tapón financiero está en la "indigestión de ladrillo y cemento" que sufre la banca. "Esta enfermedad es un handicap que no solo genera pérdidas, sino que obliga a las entidades a hacer dotaciones por tales activos, lo cual es totalmente ilógico. No tiene, por tanto, liquidez; no hay dinero para prestar y ello empeora el resto de la economía".

En este sentido, recalca que las empresas que se han perdido por falta de crédito "son irrecuperables" y que las que aún funcionan siguen sufriendo restricciones. "No pueden trabajar cuando las entidades financieras cogen dinero del Bando Central Europeo (BCE) a un interés del 1% y luego lo colocan a uno muy superior", avisa Barrera, que además subraya que la banca considera a Canarias, por su elevado desempleo y morosidad, "zona de alto riesgo".

Se alinea con él Pedro Alfonso: "La banca recibe créditos del BCE al 1% y compra deuda soberana mucho más rentable, sin trasladarla al sector privado. Su disminución en la concesión de crédito, la compensa, a su vez, en sus cuentas de resultados multiplicando los tipos de interés hasta cotas inasumibles por los márgenes de las pymes".

Por ello, las empresas no tienen grandes esperanzas en que la inyección de fondos por parte del BCE, cuyo objetivo último es que el crédito despierte, se traslade pronto a la economía real. "Que supongan liquidez -dice el secretario general de la patronal- dependerá de que haya confianza en los mercados. La mejora del acceso al crédito no solo garantizaría la permanencia, sino también la creación de empresas. Si no, se retrasaría la recuperación a favor del actual círculo vicioso de la economía".

En un informe, la patronal Cepyme sitúa la falta de recursos financieros como la principal causa de la desaparición de casi 500.000 pymes y autónomos en los últimos cuatro años. Y señala que ese factor sigue poniendo en riesgo a las que están activas.

"Si se desbloquea el crédito, en 2012 se iniciará la recuperación económica", pronostica el presidente del Consejo Económico y Social de Canarias, Fernando Redondo, que ve "clave" que se avive la financiación para impulsar actividades económicas que pueden redundar en más empleo y, por ende, en más consumo.

Esa otra pata de la economía real, las familias, tampoco lo tendrá fácil este año. El secretario general de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Santa Cruz de Tenerife, Raúl Alonso, cree que, a medida que se profundice en el saneamiento de las entidades, "lo razonable" sería que el crédito empezara a fluir. "Otra cosa -puntualiza- es que se esté en una postura ultraconservadora de mantenerlo cerrado".

Asimismo, como ocurre con las empresas, para los particulares también las condiciones de acceso a los préstamos son "peores, en términos generales", que años atrás. Lo lamenta principalmente el sector de la construcción, penalizado por la falta de concesión de hipotecas para adquirir viviendas. "Demanda hay, pero no financiación", no se cansa de repetir la patronal tinerfeña Fepeco, que lamenta que se culpabilice de la crisis a un sector con el que la banca ganó "tanto" durante la época de bonanza económica.

Las perspectivas no son, sin embargo, demasiado halagüeñas. La Caixa, por ejemplo, ya avisa de que la liquidez del BCE "no garantizará el crecimiento del crédito" debido al estancamiento económico y al proceso de "desendeudamiento" del sector privado.