Varios antiguos empleados de Martinsa Fadesa --procedentes de la compañía coruñesa-- han coincidido en afirmar que el informe de valoración de los activos de Fadesa realizado a 31 de diciembre de 2006 por la tasadora Richard Ellis era conocido y utilizado de forma habitual una vez realizada la compra, aunque han indicado que no saber qué datos se proporcionaron a dicha valoradora para hacer sus estudios.

En la segunda jornada del juicio por la demanda de responsabilidad social presentada por el actual presidente de Martinsa Fadesa, Fernando Martín, contra Manuel Jove comparecieron 12 testigos llamados por la defensa, quienes fueron empleados de la inmobiliaria coruñesa o trabajan en la actualidad para alguna de las sociedades del empresario gallego.

Sus testimonios se producen después de que en la jornada del lunes, el actual director general de Martinsa Fadesa, Antonio Gil, señalase que, pese a que pidieron en varias ocasiones la documentación empleada por Richard Ellis para el informe completo, no se les remitió la totalidad hasta noviembre de 2010.

En la jornada de este martes, el que fue responsable del área de suelo, Bernardino Hernández Poveda, ha indicado, por su parte, que las fichas de una tasación se usaban como base para la siguiente y se actualizaban con la información de las delegaciones territoriales y de las personas que "más sabían" de cada activo.

Entre los testigos que comparecieron este martes, lo hicieron dos integrantes del área financiera y jurídica, que han señalado que las conclusiones del informe de Richard Ellis estaban "disponibles" para la consulta interna y, de hecho, se distribuyeron, durante la refinanciación de la deuda a los bancos sindicados y alguna otra entidad.

Un responsable del departamento de planificación y control en Martinsa Fadesa, Juan Hernández, que participó en esta refinanciación, ha expuesto que la valoración de los activos estaba "colgada" en la red interna de la empresa y varias personas tenían acceso a la misma. La que fue jefa de contabilidad, Ángeles Gestal, ha señalado que utilizaba esa información también para trasladar a los analistas.

Asimismo, uno de los responsables del área informática de Fadesa, David Guitián --ahora empleado de Caramelo, en la que Jove es socio mayoritario--, ha explicado que existían en el sistema fichas dadas de alta con la información sobre los activos y que varios departamentos tenían acceso a estos documentos, de los que se hacía copia diaria, guardada en cintas. No obstante, ha dicho desconocer si los datos de estos archivos eran los que se trasladaban para las valoraciones.

Esas fichas, ha apuntado, se utilizaban "normalmente" como "plantillas" para elaborar los documentos con los datos actualizados, para lo que "se movían" para trabajar sobre ellas cuando se introducían novedades, pero las anteriores quedaban "cerradas".

Además, varios de los testigos llamados este martes han confirmado que, con la toma de control por parte de Martinsa se ordenó una auditoría interna --la encargó el responsable del departamento jurídico, Javier Lacleta, que también habló sobre el análisis en la sesión del lunes-- en la que se puso "toda la información a disposición" de los encargados de revisar la información sobre los activos.

El adjunto de Lacleta tras la compra de Fadesa por parte de Martinsa, Gabriel Nieto, ha dicho que "nunca" llegó a ver el informe final de esa auditoría, que comenzó en abril de 2007, y que en el momento en el que él dejó la empresa faltaba concluir la verificación de los datos sobre la situación urbanística de los activos de la zona Centro-Norte y de la de Levante (los de la Sur, que incluye Canarias y Andalucía, sí estaban comprobados), pero los datos estaban en manos del gabinete jurídico.

REUNIÓN CON MARTÍN

Por su parte, el que fue responsable de la división nacional en Martinsa hasta julio de 2008, Javier Basagoiti, ha afirmado que en abril 2007 --un mes después del cambio de control-- el nuevo presidente, Fernando Martín, se desplazó a A Coruña a una reunión con los directores de zona en la que cada uno de ellos explicó la situación de los suelos de su área.

"Conocíamos absolutamente todo de los 103 suelos que manejábamos", ha afirmado en alusión a los activos de la dirección de nacional, y ha indicado que conocía que se hizo la valoración de diciembre de 2006 y que para la de junio de 2007 --habitualmente las tasaciones se actualizaban cada seis meses-- recibió mails pidiendo información. El procedimiento, ha relatado, era "actualizar" los datos de las fichas de la tasación anterior.

El que fue director general de suelo, Bernardino Hernández Poveda, que se mantuvo un tiempo en Martinsa Fadesa, ha ratificado que Martín y otros miembros de su equipo tuvieron varias reuniones con los directores de zona en las que preguntaron "activo por activo" la información y posteriormente concertaron también encuentros "personales" con estos responsables.

Hernández Poveda ha sostenido que la información aportada para hacer las fichas era "la mejor que se tenía en ese momento" y que se actualizaba con las personas que "más sabían" de cada activo, aunque no necesariamente los delegados territoriales,. Ha negado haber recibido instrucciones de manipularla o que se obstruyese el acceso a la información de Fadesa por parte de los nuevos gestores. "Dimos los datos sobre los que trabajábamos nosotros", ha sostenido y ha destacado que se trataba de empresarios "del sector".

TRANSACCIÓN

Otro de los puntos sobre los que han girado las comparecencias de este martes ha sido el contrato firmado en agosto de 2007 por el cual Jove adquirió seis hoteles y dos suelos de Martinsa a cambio, según él expuso ayer, de evitar que Martín presentase una demanda en su contra.

La abogada del Grupo Inveravante, Ana Soriano, el exsecretario del consejo de administración de Fadesa, Acebo Sánchez, y un exconsejero delegado de la empresa de A Coruña, Matías Sarmiento, han indicado que participaron en las negociaciones y redacción del acuerdo y que la "condición" de Jove era que no se pedirían responsabilidades posteriormente.

Mientras Sarmiento se ha referido al acuerdo como "compraventa", Soriano y Acebo Sánchez han indicado que los negociadores se referían a él como "contrato transaccional" y que si no se incluyó la palabra transacción en el texto final fue porque no consideraron "que hiciese falta", según el relato de la abogada de Inveravante.

Por su parte, sobre este asunto también ha sido preguntado Javier Basagoiti, quien dijo tener conocimiento del acuerdo y ha asegurado que "se hablaba de pleitos" específicamente. Acebo Sánchez ha apuntado que Jove pidió su participación en la negociación planteando que tenía que hacer una "transacción" o tendría "una demanda" de Martín.

Asimismo, ha agregado, la cláusula finalmente firmada expone que el pacto de no pedir responsabilidades en el futuro se cerraba tras "un exhaustivo examen" de los nuevos gestores sobre los activos de Fadesa.