La dirección del aeropuerto de Castellón, que puede entrar en funcionamiento el 1 de abril, está tomando medidas para evitar el riesgo que supone para la infraestructura aeroportuaria la población elevada de conejos que ha proliferado dentro del perímetro de la misma.

En declaraciones a EFE, el director del aeropuerto, Juan García Salas, ha asegurado que hasta el momento no se ha producido ningún daño en las infraestructuras, aunque efectivamente, existe el riesgo.

Según ha expuesto, es algo normal que en obras de autovías o vías de tren, al igual que en un aeropuerto, que se encuentran vallados, proliferen los conejos, ya que no pueden acceder los depredadores, y la población se descontrola por su alto índice de reproducción.

La gran población de estos animales, ha dicho, podría suponer un riesgo para la instalación eléctrica, ya que roen los cables, y para la pista de aterrizaje, pues al hacer madrigueras podrían provocar derrumbes, aunque, ha insistido en que, hasta el momento, "no se ha producido ningún daño o avería".

García Salas ha explicado que durante la construcción de la infraestructura el alto número de estos animales se ha controlado mediante batidas de caza con perros y armas, controladas y autorizadas por la Conselleria de Medio Ambiente.

Ahora, ha dicho el responsable del aeropuerto, una vez terminada la obra, no puede haber hombres con armas y perros, por lo que, a partir del 1 de enero, la empresa que resulte adjudicataria del contrato de control de fauna trabajará para controlar la población de conejos con halcones y hurones.

El consejo de administración de Aerocas se reunirá este mes, ha dicho García Salas, y durante la reunión se aprobarán tres pliegos: uno relativo a bomberos, otro a seguridad y el tercero al control de fauna.

Ha explicado que, como se prevé que el aeropuerto pueda entrar en funcionamiento el 1 de abril, es necesario que la empresa de control de plagas comience a trabajar varios meses antes para que el problema esté solucionado con la antelación suficiente.

Por su parte, el secretario general de la organización agraria La Unió, Ramón Mampel, ha explicado a EFE que el uso de hurones y halcones no sería suficiente para controlar la población, ya que estos depredadores "matan sólo para comer", y una vez satisfechos no siguen cazando.

La solución, según ha asegurado, pasaría por autorizar de nuevo batidas de cazas con hombres y perros.