La bolsa española bajó ayer un 3,48% y se acercó a los 8.000 puntos por el descenso de otras plazas europeas -solo Milán cayó más- y los problemas del mercado de deuda, ante la posibilidad de que rebajen la nota crediticia a Francia y las dificultades de Estados Unidos para aprobar un plan de reducción del déficit.

Al día siguiente de la victoria electoral del PP, mientras la prima de riesgo española subía a 464 puntos básicos, el índice de referencia de la bolsa, el Íbex 35, cedió 289,10 puntos, casi tres puntos y medio, el octavo mayor retroceso del año, que lo llevó hasta los 8.021 enteros. Las pérdidas anuales suben así hasta el 18,64%.

El resto de mercados europeos también sufrieron caídas intensas, que fueron del 3,41% en el caso de París, del 2,62% en Londres, del 3,35% en Fráncfort y del 4,74% en Milán.

Ajenos a las elecciones en España, los mercados prefirieron centrarse en los frentes que tiene abiertos la eurozona, personificados en la oposición alemana a la creación de eurobonos y la posibilidad de que el Banco Central Europeo se convierta en prestamista de última instancia de los gobiernos.

Francia inquieta

Asimismo, la precaria situación del Ejecutivo italiano, la posibilidad de que Francia sufra una rebaja en su calificación crediticia y la informalidad de las autoridades griegas eclipsaron el triunfo electoral del PP, a la espera de conocer cuáles serán las primeras medidas que adoptará el nuevo Gobierno.

A las dificultades para cerrar o encauzar la crisis en los países del euro se sumó, además, la incapacidad de la Cámara de Representantes estadounidense para alcanzar un acuerdo sobre la reducción del déficit en 1,2 billones de dólares.

Todos los grandes valores del Íbex 35 bajaron: Iberdrola, un 4,33%; Telefónica, un 3,56%; BBVA, un 3,48%; Repsol, un 3,47%, y Banco Santander un 3,45%.

El resto de compañías también concluyeron la sesión con pérdidas, que lideró ArcelorMittal (-7,23%), seguida de Sacyr (-6,97%).

La rentabilidad del bono español a diez años se situó en el 6,55%, ligeramente por encima del 6,38% registrado el pasado viernes, en una jornada en la que el bono alemán de referencia marcó un rendimiento del 1,91%. Por tanto, el diferencial entre los dos bonos se situó en 464 puntos básicos, aunque durante el día llegó a tocar un máximo de 471.

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