El banco estadounidense JP Morgan rebajó ayer sus previsiones de crecimiento de la economía de Estados Unidos (EEUU) para el cuarto trimestre del año en curso y el primero del 2012, igual que hizo un día antes Morgan Stanley, elevando aún más los riesgos de una nueva recesión.

De esta forma, JP Morgan rebaja al 1% sus previsiones de crecimiento de la primera economía del mundo para el cuarto trimestre de 2011, desde el 2,5% inicial, y recorta hasta el 0,5% sus cálculos para el primero de 2012, que en principio eran del 1,5%. En una nota publicada ayer, la entidad reconoce que la debilidad se vuelve a dejar sentir, al tiempo que cae la confianza del consumidor y se deteriora la riqueza familiar.

Asimismo JP Morgan pone de manifiesto que el mercado de la vivienda en EEUU no experimenta "grandes señales de crecimiento", un dato negativo al que se une el hecho de que pequeñas empresas, comerciantes, constructores y fabricantes se mueven en un entorno económico más "débil".

El banco justifica esta rebaja de sus previsiones en los "decepcionantes" datos de crecimiento estadounidenses, así como en las peores cifras macroeconómicas de algunas economías extranjeras. Hace unas semanas JP Morgan revisó a la baja algunas de sus perspectivas de crecimiento de EEUU para los próximos trimestres, con lo que esperaba hacer frente a un empeoramiento de la evolución de la economía, previsión que al final se agravó. Ahora, la entidad no espera que en los próximos cuatro trimestres el crecimiento sea más rápido que el que se registró en el primer semestre de este año. Sin embargo, JP Morgan estima que la disminución de precios de la energía debería ayudar a "amortiguar" parte de la debilidad de la economía y que los niveles de gasto, sensibles a un ciclo económico aún bajo, podrían reducir las posibilidades de registrar una contracción trimestral del PIB.