El presidente de Cepsa, Santiago Bergareche, aseguró ayer en Madrid, durante la junta de accionistas de la compañía, a la que Total e IPIC acudieron con sus actuales participaciones del 48,8% y del 47%, respectivamente, que la opa del fondo de Abu Dabi IPIC para controlar el 100% de la petrolera se lanzará en las próximas semanas y que la operación, que no afectará al empleo, finalizará en junio o julio. Acto seguido, Bergareche dio por hecho que el cierre de esta operación "abrirá nuevas oportunidades para la refinería de Santa Cruz de Tenerife, tanto en el mercado local como en el destinado a las exportaciones hacia el norte de África".

Bergareche, que insistió en que "Cepsa va a crecer y será plataforma de expansión hacia nuevos mercados", precisó que a lo largo del pasado ejercicio la planta tinerfeña llevó a cabo 3,9 millones de toneladas de refino, lo que supone el 86,8% de utilización de la citada fábrica.

Al respecto, el consejero delegado de Cepsa, Dominique de Riberolles, tras la celebración de la junta y a preguntas de los periodistas, señaló que "las condiciones de rentabilidad de la refinería de Tenerife no son buenas. Son muy duras. Y estamos intentando mejorar las condiciones de ordenación y competitividad de la planta con la colaboración de nuestro personal".

Según informó la compañía, en la refinería de Santa Cruz de Tenerife, que tiene un esquema con menos conversión, que corresponde a la estructura de la demanda en Canarias, para hacer frente a la degradación de los márgenes, se están llevando a cabo acciones de mejora de la rentabilidad de la misma, recogidas en el Plan "Tenerife 2012", en el que toda la plantilla ha colaborado con numerosas propuestas.

Riberolles añadió que la ventaja de la planta tinerfeña es "su diseño, que no se dedica a la exportación, sino al mercado local. Si no fuera así, no podría existir. Se trata de una refinería atípica, con más de setenta años de antigüedad y que no tiene mucha conversión. Pero su presencia supone una protección para el mercado y para la población de las siete Islas".

Cuestionado sobre el futuro Plan General de Ordenación Urbana de Santa Cruz de Tenerife, aún pendiente de aprobación definitiva, que exige el traslado de la fábrica para 2015, Dominique de Riberolles señaló a los periodistas que "el ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife no puede exigir este cierre, no es competente en la materia. El que decide el cierre o la instalación de una refinería es el Ministerio de Industria, según la Ley de Hidrocarburos y, además, mantenemos buenas relaciones con el Gobierno de Canarias. No está previsto ningún traslado. El hecho de que esta industria siga en Tenerife aporta seguridad y continuidad en el suministro energético ante cualquier incidencia".