La palabra clave que ha marcado la trayectoria empresarial de los jóvenes empresarios del Archipiélago no es otra que "crisis", un término con el que iniciaron sus proyectos y con el que se han visto obligados a convivir como si se tratara de un elemento más dentro del complejo engranaje que mueve el mundo de los negocios. Sin embargo, según comenta el nuevo presidente de la Confederación de Jóvenes Empresarios de Canarias (CCAJE), David Aguado Corbal, las ganas y el empuje con el que este colectivo se ha incorporado a la emprendeduría han sido determinantes para superar con éxito este hándicap.

Aguado es de los que encara esta situación tratando siempre de ver las cosas desde el punto de vista más positivo. Así, asegura que el haberse adentrado en la aventura de montar una empresa en medio de una coyuntura tan difícil les ha servido para acelerar el proceso de madurez empresarial.

Además, se suma al grupo de los que entienden la crisis como una oportunidad y aboga por combatirla a base de obviarla. De hecho, argumenta que ha llegado el momento de concienciarse de que "ahora es más una crisis de pensamiento, que está en la cabeza de las personas", y por eso opina que se avanzaría mucho con una simple labor de mentalización.

Es más, recalca que a pesar de todo, "hay muchas empresas que se están creando y poco a poco se está generando empleo". En este contexto, el presidente de la CCAJE subraya que "la clase joven empresarial actual es la mejor preparada de la historia de Canarias".

No obstante, precisa que "no por ello no dejan de haber grandes empresarios en nuestra confederación sin estudios superiores, pero, sea lo que sea, son absolutos profesionales de su sector".

Al respecto, incide en que "hay gente muy capaz, con mucha proyección y con ganas de crear riqueza, que no es lo mismo que querer hacerse rico". En este sentido, asevera que lo que se pretende es "hacer crecer las empresas y generar mano de obra y, en definitiva, recursos para el entorno".

Sostiene, a su vez, que "aunque vamos con el acelerador a tope" todavía hay excesivos baches que sortear y "se están quedando muy buenas ideas en el camino y se está frenando el crecimiento de bastantes compañías por falta de financiación".

En este sentido, puntualiza que los bancos siguen cerrando el acceso a los créditos con unas condiciones y unos tipos de interés altísimos. Además, añade que "ni siquiera las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) están llegando a las empresas, sobre todo porque quien las gestiona son las propias entidades bancarias y, lógicamente, ganan más con otros productos".

Por ello, destaca que para poner en marcha sus negocios, muchos de los jóvenes emprendedores se han visto obligados a recurrir a la más clásica de las fuentes de financiación, que no es otra que los padres.

Sobre esta práctica, Aguado apostilla que siempre que estemos hablando de una pequeña cantidad es una de las fórmulas más socorridas. Además, comenta que "si una iniciativa no es tan buena como para vendérsela a un familiar, ni te plantees ir a un banco".

En cuanto a las medidas adoptadas por el Ejecutivo central para reactivar el mercado laboral, esgrime que "las que se han implantado hasta la fecha no han terminado de aclarar la situación".

El máximo responsable de la CCAJE considera errática la política de subvención a la contratación porque "los empresarios no generamos empleo porque se prime a un determinado perfil, sino en función de lo que necesitemos".

A su modo de ver, es más rentable financiar a las empresas que subvencionar al desempleo" y pide "que se aligere la normativa laboral, porque no puede ser que un empresario se tenga que casar con un trabajador a partir de los seis meses". De este modo, opina que la línea a seguir debe ser la de articular un mercado laboral más flexible y acostumbrase a que ya no vale pensar que "cuando alguien accede a un puesto de trabajo tiene que ser para toda la vida".