"El turismo ha sufrido con mayor intensidad que la media de la economía española los efectos de la crisis", según se desprende del informe del la Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur), que subraya que el Producto Interior Bruto (PIB) turístico habría cerrado el año con un descenso del 5,6%, que "supondría la pérdida de 6.380 millones de euros" con respecto a 2008.

Este índice supera además en dos puntos al del conjunto de la economía nacional, que se sitúa en el 3,7%. De este modo, sería el segundo año consecutivo en el que el volumen de negocio experimentara valores negativos y el noveno en el que los datos del turismo serían peores a los que arroja el global de los sectores productivos del país.

Por todo ello, el vicepresidente Ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, se refirió a 2009 como "un año para olvidar" en materia turística, en el que "el descenso de la actividad y del consumo se ha trasladado con mayor intensidad sobre las ventas de las empresas turísticas por la reiterada guerra de precios que ha imperado en el sector a lo largo de todo el año".

Destinos competidores

En este contexto, el 88,4% del tejido empresarial turístico ha visto descender sus volúmenes de ventas en España, una situación que incluso alcanza al 100% en el caso de Canarias, que junto con el resto de destinos de sol y playa ha sido de los más afectados.

Esta circunstancia se explica en "la caída de ventas del paquete familiar en los mercados extranjeros y la creciente competencia internacional". En esta línea, mientras que el Archipiélago, junto a Baleares y las comunidades del litoral mediterráneo, recortó en un 10,7% el número de visitantes foráneos, Turquía lo aumentó un 2% y Marruecos un 1,7%.

En el capítulo de beneficios, los empresarios canarios se colocan a la cola de España ya que sólo el 1,8% reconoce haber mejorado sus ingresos respecto al ejercicio precedente, frente al 10,3% en el global estatal. Este panorama ha provocado la pérdida de 51.000 empleos, en el cómputo total de entidades vinculadas al sector, muchas de las cuales se han visto obligadas a cerrar durante los últimos meses, según señaló Zoreda, que agregó que "el mayor revés lo han padecido las agencias de viajes y los hoteles urbanos".

A su vez, aseveró que "las reestructuraciones empresariales seguirán condicionando la dinámica turística a lo largo del presente ejercicio". Así, argumentó que "aunque se espera una notable moderación de los ritmos de bajada de la demanda turística en España, 2010 seguirá marcado por la complejidad".

En este contexto, Exceltur prevé un recorte adicional del PIB turístico del 0,9% mientras que en lo que atañe a toda la economía en general rondaría el 0,5%.

Sin embargo, las empresas turísticas españolas afrontan el año con un ligero optimismo fundamentalmente por cuestiones como "la desaceleración en los ritmos de caída de la demanda esperados para 2010, que ya empezaron a percibirse en el último trimestre del ejercicio pasado.

Igualmente, confían en "los resultados de las políticas de ajuste de capacidades, contención de costes y ganancia en eficiencia en las operaciones que llevan aplicando desde 2008". Por otra parte, opinan que la propia reducción de la competencia derivada del proceso de reestructuración y desaparición de empresas que se está produciendo con intensidad en algunos subsectores será otro elemento que les favorezca.

Exceltur augura "que 2010 será testigo de más alianzas, concentraciones y cierres de negocios, que podrán ser más intensos si no se resuelven los graves y persistentes problemas de acceso al crédito y las dificultades para refinanciar préstamos". Por ello, instó a todas las administraciones a que acometan "con urgencia" medidas que permitan replantear el futuro del sector, en el marco del Consejo Español de Turismo, para que el turismo se adapte y recupere "el tiempo perdido".