Las dos jornadas de huelga de los tripulantes de cabina de Iberia han afectado, entre el lunes y ayer, a 40.000 pasajeros por la cancelación de 438 vuelos, según fuentes de la compañía. De no llegarse a un acuerdo en los próximos días, los paros se repetirán el 10 y el 11 de noviembre.

Tanto Iberia como los sindicatos convocantes, Sitcpla y CTA, coincidieron en señalar que ambas jornadas transcurrieron sin incidencias destacadas, aunque discreparon sobre el seguimiento que tuvieron por parte del colectivo implicado.

Mientras los sindicatos hablaron de un paro "prácticamente total" -más de 500 trabajadores-, la compañía cifró su seguimiento en un 5% el lunes y en un 7% ayer -unos 50-.

Para el presidente del Sitcpla, Antonio Escobar, las cifras de la compañía son "un insulto a la inteligencia de todo el mundo", mientras que Iberia sostuvo que tan escaso seguimiento del paro muestra que el propio colectivo no respalda la convocatoria.

Asimismo, fuentes de la aerolínea insistieron en que sólo dos de los cinco sindicatos que representan a los 4.300 tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) que la compañía tiene en plantilla convocaron el paro, por lo que Iberia volvió a instarles a sentarse a la mesa de negociaciones de la que "nunca se deberían haber levantado".

No obstante, según Escobar, los dos sindicatos convocantes, que piden un aumento de sueldo del 4,1% tras cuatro años de congelación salarial, cuentan con siete representantes de un total de doce del que se compone la comisión negociadora del convenio colectivo de los tripulantes de cabina.

Aunque los sindicatos convocantes expresaron su disposición al diálogo, dijeron que convocarán más jornadas de paro si la compañía lo rechaza.

La huelga fue criticada ayer por las patronales de compañías aéreas Aceta y ALA.