El Gobierno de Canarias y el de Madeira impulsarán "con carácter inminente" una segunda línea de transporte marítimo con el fin de aumentar el volumen de intercambio comercial entre ambas regiones, informó ayer el vicepresidente del Gobierno canario, José Manuel Soria, acompañado por su homólogo en Madeira, Joao Cunha e Silva, tras una cumbre celebrada desde ayer en Las Palmas con el fin de relanzar las relaciones entre ambos archipiélagos.

Dicho encuentro da continuidad a la visita que el pasado mes de marzo realizó Soria a Madeira. En esa ocasión, el también consejero de Economía y Hacienda del Ejecutivo canario defendió que los dos archipiélagos "tienen fortalezas y debilidades comunes e insistió en la "importancia de alcanzar un acuerdo que facilite" aprovechar la situación y consideración que tanto Canarias como Madeira tienen como regiones ultraperiféricas (RUP).

Asimismo, Soria anunció, durante dicho viaje, la creación de grupos técnicos de trabajo de representantes de los dos gobiernos que se han reunido desde el miércoles en Las Palmas de Gran Canaria con el objetivo de identificar las dificultades que impiden actualmente un mayor nivel de intercambio comercial y económico.

Tras dicho encuentro, Soria constató el "buen y creciente nivel de relación institucional bilateral", así como "un enorme potencial para aumentar el comercio e inversiones recíprocamente en los dos archipiélagos", volumen que, en su opinión, "todavía es bajo en comparación a ese potencial".

Soria recordó que "hoy hay una estabilidad con cuatro conexiones por vía aérea y una línea marítima que conectará con el puerto de Cañizal en Madeira, apta para contenedores y mercancías, y se va a unir a la que hasta ahora existía en Funchal.

Por su parte, su homólogo en Madeira, Joao Cunha e Silva, abogó por resolver los problemas de transporte entre las Islas e "intensificar el comercio entre las dos regiones, al igual que intercambios culturales, deportivos y económicos". Del mismo modo, mostró su preocupación por "el estatuto de las regiones ultraperiféricas" y apostó por que ambos archipiélagos creen "una estrategia común".