El Tenerife recordó al que nos gusta a todos, armado a partir del balón y con una concentración de futbolistas que hablan ese idioma en el centro del campo para imponer, desde la posesión, una superioridad que debe dar que hablar en esta segunda vuelta liguera. Con la estelar aparición de Racic y Borja Lasso, el equipo es otra cosa. La presencia del serbio, tanto defensiva como ofensiva, su dinamismo y su capacidad para girar sobre sí mismo y reiniciar el juego enamoró al Heliodoro. La capacidad para dar continuidad al toque y filtrar pases de Lasso, su siempre acertada elección en las entregas y su producción (un palo y una asistencia) despejaron dudas. Cierto es que enfrente estaba el colista y que la visita del Málaga el próximo sábado será una prueba más exigente. Incluso que en casa tampoco se estaba viendo a un mal Tenerife. Pero lo de ayer nos ha devuelto la ilusión.

@juanjo_ramos