El desenlace de la última jornada de Liga no resultó favorable a los intereses del Mensajero, que no pudo salir de la plaza de descenso que quedaba por definir en el Grupo II, pese a ganar el pasado domingo a la Real Sociedad B. El club palmero no tardó en asumir su condición de equipo de Tercera. Ayer inició las gestiones destinadas a liquidar los contratos de los jugadores y evitar denuncias por impagos. Los planes pasan por sentar las bases de un proyecto que sitúe a los rojinegros entre los candidatos a subir el próximo curso.

Guillermo Jiménez, vicepresidente del club, reconoció que la familia mensajerista se quedó "triste" por un descenso que no se fraguó en el tramo final del curso. "La categoría se empezó a perder en las primeras jornadas, con puntos que se escaparon como el que se llevó el Real Unión por un fallo infantil del equipo", dijo antes de admitir que el Mensajero no hizo "los deberes" a tiempo y llegó a la fecha definitiva dependiendo de resultados de terceros.

Pero en el Mensajero no han querido perder tiempo en lamentarse. "Vamos a intentar volver a Segunda B e ilusionar pronto a la gente", indicó Jiménez en Radio El Día. "Haremos lo que esté en nuestra mano, sin cometer disparates y con los pies en el suelo para estar en los puestos altos de Tercera y tener la opción de disputar el playoff".

En cuanto a los pasos a seguir, explicó que "el primer escalón" que intentará subir el Mensajero será el correspondiente a la liquidación de los contratos. "Hemos empezado a contactar con algunos de los jugadores de la plantilla. Iremos poco a poco y esperamos no tener ningún problema para resolver la situación económica de cada uno", añadió con la tranquilidad de saber de que el Mensajero cerró el curso sin arrastrar deudas.

Respecto a la elección del entrenador de la próxima campaña, no descartó que repita Mingo Oramas, técnico que sustituyó a Jaime Molina a falta de doce partidos para el final de la temporada. "Ha hecho un buen trabajo y se integró perfectamente", destacó sobre la trayectoria del grancanario, que llevó al Mensajero a sumar 18 de los 36 puntos por los que compitió bajo su supervisión. "El porcentaje de puntuación se incrementó de forma notable con él", declaró Jiménez. Hasta el relevo en el banquillo, con 26 partidos disputados en la etapa comandada por Jaime Molina, el equipo palmero había añadido 28 puntos a la clasificación.