El momento de forma y de gracia del Tenerife define el concepto dinámica en este fútbol actual, que lleva al extremo la influencia del estado de ánimo en el juego y en los resultados. El Tenerife está lanzado, hace bien todo lo que sabe y exprime cada error ajeno.

Ayer hizo una demostración de poderío sobre la base de su enorme solidez defensiva, a partir de una intensidad impresionante. Es obvio, que un equipo con estas virtudes trabaja más que juega, pero con ese esfuerzo le alcanza para controlar los partidos sin el más mínimo sobresalto defensivo. En el marco de un Heliodoro entusiasmado y muy cálido (con casi 15.000 personas en la grada), el equipo de Martí salió a morder. Se metió en la mitad de campo rival y lo tuvo allí atosigado. Alberto subió dos escalones de la posición de pivote hacia tres cuartos de campo, los laterales se metieron en la misma línea y el equipo apretó al Elche hasta provocar que los once de Toril se resignasen a aguantar en su mitad de campo. La seguridad que han ganado los centrales (Jorge y Germán) en esta racha ganadora les permite defender hacia delante, con lo que se reduce la distancia entre líneas y las ayudas defensivas llegan siempre a tiempo. O sea, sin la pelota este Tenerife es un equipo en toda regla. La otra mitad de la tarea es más deficiente, porque con el balón, el equipo no tiene profundidad. Falta calidad para combinar más rápido por abajo, tanto por fuera con Cámara y Camille como por dentro. Síntoma de ello es que Lozano baja varias veces a ayudar a los pivotes a darle continuidad al juego. Aún así, el Tenerife controló, atenazó a su rival, convirtió a Dani Hernández en un mero espectador y esperó a que apareciera la jugada... Y apareció. Paradojas del fútbol, Toril jugó con tres centrales para anular la velocidad de los puntas locales, y los dos goles le cayeron en jugadas de superioridad defensiva, por errores infantiles. En ambos el protagonista fue Pelegrín. Con el partido empatado y su equipo un poco más desahogado, el central dejó botar el balón en disputa con Lozano, que tocó de cabeza, un segundo bote también superó a José Ángel y Amath atacó el balón, se lo colocó con el brazo y fusiló a Juan Carlos. Era el minuto 36 y esa acción medio casual le abrió al Tenerife un partido diferente, más ajustado a las cualidades de sus atacantes.

En el descanso Toril cambió a defensa de 4 y dejó en el campo al central más lento (Pelegrín) porque uno de los tres con los que empezó (Josete) tenía una amarilla. Su equipo llegó a creer en el empate cuando Nino, que lució tan peligroso como siempre, acarició el gol (4'') con una volea sensacional a la que respondió Dani con una parada a la altura de la jugada. Pero, de seguido, a los 6 minutos del segundo tiempo, el aludido Pelegrín se durmió en la salida de balón, Amath lo presionó cargado de fe, le quitó las pelota, se fue contra la portería, escorado, y soltó un derechazo que estremeció al Heliodoro. Juan Carlos ni vio el balón. 2-0 y el partido encauzado, en medio de una fiesta en la grada que no dejó de mostrarle cariño a su nuevo ídolo.

El partido entró en cambios, poco sustanciales todos para el desarrollo del juego, entró Omar en la derecha, se perdió en el intento Tayronne en la media punta y se quedó casi inédito Rachid en el eje, cuando entró en lugar de un Alberto que tiene mucho que ver con la fortaleza de este Tenerife al que es casi imposible crearle ocasiones.

Otra cosa fue en el tramo final de ayer, cuando bajó la guardia. Se equivocó a veces aceptando un ida y vuelta, en plena caída física, del que ya no podía sacar provecho (con 2-0 estaba el gol average ganado) y puso en peligro el equilibrio defensivo. En el último cuarto de hora, a pesar de la expulsión de Pelegrín, que coronó su faena con una entrada desmedida a Amath (72''), el Elche disfrutó de varias ocasiones tibias de reducir diferencias, la más clara un remate al larguero de José Ángel que pudo haber complicado el final de partido al Tenerife. Aún así, con el rival atacando y haciendo trabajar a Dani una y otra vez, no hubo en el Estadio el más mínimo gesto de inquietud. La confianza que transmite este equipo ha calado. Es una dinámica que ahora mismo parece imparable.

2-0

tenerife elche

CD Tenerife: Dani Hernández, Raúl Cámara, Jorge, Germán, Camille; Vitolo, Alberto; Suso, Choco Lozano, Amath y Aaron Ñíguez. En el minuto 66, Omar entró por Suso; en el 70'', Tyronne sustituyó a Lozano, y en el 79'', Rachid suplió a Alberto.

Elche: Juan Carlos (1); Correa (1), José Ángel (1), Pelegrín (0), Josete (0), Iriondo (1); Fabián Ruiz (0), Dorca (1); Alex Fernández (0); Guillermo (0) y Nino (1). En el descan so se quedó en el vestuario Josete y le sustituyó Borja Valle (1); en el minuto 55'', Hervías entró por Dorca, y en el 73'', Luis Pérez (s.c.) reemplazó a Guillermo.

Árbitro: Pedro Jesús Pérez Montero (Comité Andaluz). (0). Sus asistentes le hicieron equivocarse en varios fueras de juego en la primera parte. No vio la mano que precedió al primer gol del Tenerife. Expulsó al visitante Pelegrín (min. 71) por una dura entrada a Amath, además, amonestó a los locales Camille (17'') y Amath (46''), y a los visitantes Josete (42'') y Dorca (53'').

Goles: 1-0, m. 35: Doble error defensivo alicantino que aprovecha Amath para fusilar a Juan Carlos desde cerca; 2-0, m. 50: Amath presiona, recupera el balón, pisa el área y sorprende con un trallazo al primer palo.

Incidencias: Partido de la vigésimo cuarta jornada de la Liga 1 2 3, disputado en el estadio Heliodoro Rodríguez López ante 14.376 espectadores. Tarde agradable y terreno de juego en aparentes buenas condiciones. Gran ambiente en la grada. El Tenerife lució su indumentaria habitual y el Elche lo hizo todo de amarillo pistacho con una franja horizontal de color negro. Debutaron en casa Tyronne y Rachid.