Comenzar ante su público una Eurocopa que se desarrolla en su país, soportar la presión de ser una de las favoritas, es el reto al que hoy se enfrenta Francia. Enfrente, una de las mejores defensas del campeonato, Rumanía, que tratará de aguar la fiesta local. Didier Deschamps ha conseguido conservar el buen ambiente en un equipo que no ha parado de recibir noticias negativas en forma de bajas de titulares. La zaga ha sido la más afectada, sin los dos centrales titulares, Varane y Sakho. Los sustitutos, Koscielny y Adil Rami. En el centro del campo, el inexperto Kanté, que solo cuenta con cuatro internacionalidades, ha emergido como pieza clave. Delante, sin Benzema, los galos se ponen en manos de Griezmann. Le escoltarán Giroud y Payet, destacado en el West Ham este curso. Paradójicamente, esa Francia con pies de barro debuta ante un muro defensivo, el menos goleado de la fase de clasificación, pero carente de grandes estrellas. Aparte de Tutarusanu, portero de la Fiorentina, y Vlad Chiriches, suplente en el Nápoles, pocos nombres destacan. El delantero cordobesista Florin Andone será su hombre referencia.