Álvaro Cervera sostiene que el Tenerife no es defensivo. "Jugamos con cuatro atacantes", recordó ayer. Además de hablar de su estilo, repasó otros asuntos de actualidad.

¿Cómo plantea el partido?

Como siempre, la idea es ganar. Nos enfrentamos a un rival peligroso, a un equipo con buen juego y gente muy rápida. Habrá que contrarrestar las cosas buenas que puedan tener e intentar estar un poco más precisos y tener un poquito más de chispa y de imaginación a la hora de atacar.

¿Se parecerá al anterior?

La Ponferradina tiene más velocidad. A lo mejor tiene alguna alegría arriba. Acorán, Pablo Infante y Sobrino son atacantes, y en el Numancia no estaba tan claro.

¿Han cambiado sus conclusiones del partido con el Numancia?

Si han cambiado, ha sido incluso a mejor. Sé que quedó la sensación de que el partido fue aburrido, y no digo que no lo fuera para el espectador, pero el Tenerife se pareció más lo que fue durante mucho tiempo, quizás sin llegadas o sin el peligro de antes, pero sí por su consistencia. Como ahora buscamos más resultados que brillantez, el partido no me disgustó. Si lo viese como espectador, a lo mejor no me habría divertido.

¿Ha pensado en cambiar algo para atacar con más frecuencia?

A lo mejor ese cambio nos cuesta que nos lleguen más a nosotros. Nadie me asegura que vayamos a atacar más si cambio algo, porque eso no depende solo de nosotros o de poner a cinco delanteros, porque hay un contrario, el jugador tiene que tener un buen día... Y no creo que salgamos con poca gente ofensiva. Lo hacemos con cuatro netamente atacantes y con dos mediocentros que sí son defensivos. ¿Que el equipo no llega y eso lo convierte en defensivo? Puede ser. Pero yo no lo creo.

¿Influye en eso lo que decide hacer cada jugador en el campo?

Y también las consignas que doy, porque siempre que hago algo estoy pensando en la jugada siguiente, y no solo para defender. Si una jugada no sale bien, el equipo no puede quedar desorganizado. Me refiero a que si Suso llega por la banda, no pueden aparecer Aitor y Vitolo para rematar. Seguramente esa es una visión muy bonita, pero si la jugada no acaba bien... También pasa que al entrenador le gusta una forma de jugar y el equipo puede ser un poco más retraído a la hora de llegar. Muchas veces hemos sido los mismos y hemos tenido la misma forma de jugar y aquí nos hemos divertido mucho.

¿Quién sustituirá a Cámara?

Tenemos a Igor, que es un lateral específico, y Unai, que no es zurdo pero te da más consistencia y balón parado, también en ataque. Sabes que uno será más descuidado a la hora de defender y que con el otro será al contrario. Hay que decidir y pensar lo que hará el rival, si ahí juega Acorán...

Unai lleva un tiempo sin jugar...

Sí, pero para los defensas es difícil coger minutos en un partido, porque rara vez los pones media hora. Normalmente juegan o no juegan. Cuando los pones, lo tienes que hacer desde el principio.

¿Jorge ha madurado más rápido de lo que suponían los técnicos?

Siempre hemos pensado que estaba dispuesto a dar el paso, pero cuando llega el momento, por la edad y la inexperiencia del chico, temes precipitarte con él. En cambio, todo lo ha hecho con jerarquía. Esto es muy largo, pero parece que tiene condiciones para jugar.

¿Cómo van los fichajes?

Estamos trabajando con muchos nombres. Tenemos la dificultad de que, sobre todo en enero, muchos se piensan lo de trasladar a sus familia. Es difícil, pero queremos apuntalar varias posiciones.

¿Qué tipo de delantero buscan?

Tenemos a Aridane, que es la referencia, y a Ifrán, que tiene las dos cosas. Más que otra cosa, buscamos un delantero rápido que nos dé posibilidades al contragolpe.

¿Serán necesarias más bajas?

Depende más del jugador. Algunos pueden venir cedidos, el club de procedencia se hace cargo de todo y la operación es viable. Tener saldo siempre es bueno, pero no creo que haya que sacar jugadores sí o sí. Hay que hacer las cosas con normalidad y si alguno quiere salir, se puede hablar. Pero a nadie se le está obligando. Creo.

¿Alguno le ha pedido irse?

Directamente no. A lo mejor lo han hecho en el club y yo no lo sé.

¿La desvinculación de Ulises Dávila es un alivio, una solución...?

Es un caso que te hace reflexionar sobre quién se equivocó. Imagino que ninguno estuvo a la altura: yo no supe sacar el partido que tiene y él vino al final de la pretemporada, cuando ya estábamos a otro ritmo, y tampoco le salieron las cosas cuando jugó; ni a él ni al equipo. Era difícil tener un punto de encuentro entre ambos. La solución no es mala para él.