El entrenador del Sevilla, Unai Emery, afirmó, tras ganar 4-1 al Oporto y pasar a semifinales de la Liga Europa, que "estar ya en semifinales es para estar contento" y que ahora van a "concentrar toda la energía en esa eliminatoria" sin pensar más allá, como en la opción de volver a luchar por un título.

Emery insistió en rueda de prensa en que "lo importante es vivir cada momento con mucha intensidad, no hay que saltarse una semifinal", pues llegar a una final "es muy difícil y la dificultad va a ser muy grande", por lo que van a "pensar en el próximo rival".

Tras indicar que sus jugadores "transmitían buenas sensaciones" antes del choque y que "se han manifestado en el campo", aunque sabían "de la dificultad", señaló que no prefiere a ningún rival del sorteo de mañana, ya que "el Oporto era uno de los favoritos" y han "logrado superarle", pero "el siguiente va a ser igual de difícil".

"Desde la ilusión que tenemos desde que empezamos en verano, y en una competición donde el Sevilla se siente cómodo y de la que ha sido campeón, estar ya en semifinales es para estar contento, sobre todo por la afición, que ha estado con nosotros desde agosto, y eso da a los jugadores una responsabilidad mayor de centrarse con fuerza, de procurar dar alegrías y transmitir esa ilusión", aseveró.

Para el técnico del Sevilla, están en una "época muy bonita", ya que todos quieren "estar cerca de jugar una final y de un título", pero recordó que el primer reto cuando llegó era "ir a Europa y luego procurar hacer un papel importante de ser protagonista" y también lo están logrando, "pero esto es un continuo",

Sobre el Oporto, explicó que aunque sabían que era difícil, estaban "convencidos de que desde la continuidad del partido de la ida" tenían que "mejorar, tenerle respeto", pero que esto no les llevase "a jugar a menor medida de lo que somos", y resaltó que su equipo presionó y sacó sus "argumentos", lo que les dio "capacidad de tener llegadas y también acierto".

Tener un 3-0 a la media hora, según Emery, no era lo que pensaban, pues eso sólo "estaba en el guión del mejor de los casos y era muy difícil, pero se ha dado".

Dijo que "la capacidad sufrimiento del equipo ha sido de ''chapó'', con un jugador menos ha sabido defender y tener paciencia para coger alguna contra", y así llegó el 4-0, porque "un gol de ellos hubiera puesto en riesgo la clasificación", y añadió que "ahora lo único" que les interesa es "el derbi del domingo" en el campo del Betis.

"Estoy satisfecho de ver que el equipo, con los jugadores que han participado menos, también ha tenido rendimiento. Lo que nos queda es precioso, un camino muy bonito, y hay que trabajarlo", aseveró.

Emery ya piensa "en el partido siguiente", se mostró "seguro de que los que han sido hoy suplentes van a aportar lo que se necesita" y precisó que para el derbi debe ver cómo evoluciona el croata Iván Rakitic, pues hoy "tenía unas décimas de fiebre, aunque él quería jugar, ha hecho un gran esfuerzo jugando a un nivel muy alto y en las siguientes horas o días le puede dar un bajón fuerte".

"Vivo como un trapecista en el alambre y procuro continuar, no pararme, ni en lo malo ni en lo bueno, porque sé que el domingo tenemos otro reto importante y no se puede parar", concluyó.