Como cada año, durante la semana de la Alta Costura de París, la moda nos regala un paseo por un mundo de ensueño, con vestidos que rozan la perfección. Esta temporada, la naturaleza y las flores parecen haber inspirado al selecto grupo de diseñadores que presentan colecciones de Alta Costura.

Entre los más esperados, está el diseñador Elie Saab que, en una atmósfera nostálgica, enseñó una serie de elegantes vestidos largos con un minucioso trabajo de cuentas bordadas formando una miríada de motivos florales con mimosas, tulipanes y jacarandás. Como novedad, dentro del mismo tema, el diseñador incorporó también algunos modelos más cortos, con aire más juvenil, acentuado por la utilización de sandalias planas o de tacón muy bajo. Su colección, llamada "Beirut, persiguiendo un sueño", intentaba capturar un poco de la esencia de su tierra natal y los recuerdos del diseñador, inspirados, según el folleto que aguardaba cada espectador en su silla, en los vestido de seda floral que llevaba su madre. Sin duda una colección muy personal y cargada de emoción.

Valentino es siempre uno de mis preferidos y creo que en esta colección no ha defraudado. Sus "princesas" aunque para algunos empiezan a repetirse, me siguen enamorando. El dúo de diseñadores frente a la Maison, Maria Grazia Chiuri y Pierpaolo Piccioli, han creado, una vez más, un cuento en el que cada uno de sus vestidos es la promesa de una historia de amor con final feliz. Aunque algunos modelos llegaban a tener un aspecto casi "histórico", reforzado por el estilismo de las modelos, que llevaban el pelo trenzado y recogido con flores silvestres, su colección es pura poesía.

Chanel presentó su colección en un jardín lleno de flores recortadas en siluetas blancas con toques de color, creando una especie de estufa en el Gran Palais. Aunque el ambiente fuera propicio, sus modelos no florecieron en la pasarela. Reconozco el fantástico trabajo artesano de algunas piezas, pero la colección no creaba un elegante jardín de ensueño, que es lo que se espera de un desfile de Alta Costura de la Maison Chanel. Colores fuertes y hombros muy marcados, sombreros de ala ancha, y gorros con aplicación de flores y redecilla, plisados, flecos deshilachados y flores tridimensionales, formaban un batiburrillo de "especies" desordenadas, más bien obra de un jardinero que ha dejado que su jardín crezca demasiado "salvaje". Una gran cantidad de "tops" cortos que revelan más de lo que la mayoría de nosotras nos gustaría enseñar en un evento que se merezca un traje de alta costura, cerraban los portones de un jardín que, creo, necesitará algo más de atención.

La Maison Dior también optó por los colores fuertes y por los "tops" cortos pero, Raf Simons lo ha hecho francamente bien. Hasta los botines negros, estilo calcetín, que desfilaran para Chanel, aparecieron también en la pasarela de Dior pero, las siluetas de Simons presentaban soluciones muchísimo más interesantes. El diseñador ha ido a los archivos de la marca y recuperado algunas siluetas impactantes del pasado, trabajándolas con un toque futurista. El resultado fue una colección provocativa y moderna aunque con aires románticos y de cierta nostalgia. Una utilización magistral de materiales como el plástico y algunas de sus siluetas, me hacen creer que su inspiración fue más allá del propio Christian Dior, llegando hasta Pierre Cardin o André Courrèges, ya que me es imposible no pensar en él mirando a esas minifaldas y a esos botines blancos.

Los "tops" cortos venían acompañados de maravillosas faldas plisadas de cintura marcada con mucho volumen, que evocaban la silueta del famoso "Bar Suit" de Dior. Su talle alto se encargaba de mantener la barriguita tapada y la elegancia del conjunto. Las flores también estuvieron muy presentes en la colección, en distintos materiales, aplicadas en vestidos largos y cortos. Los botines estilo calcetín, con tacones traslúcidos, de caña baja o altísima y colores fuertes, son una demostración más de la habilidad del diseñador con los colores. Una colección bastante arriesgada, que Raf Simons ha sabido orquestar de manera magistral.

¿Qué es la "Alta Costura"?

Lo que llamamos Alta Costura, en francés "Haute Couture", es la categoría más alta de la moda: modelos exclusivos y de lujo, con fabricación artesanal en el que se dedican hasta 600 horas de trabajo artesano del más alto nivel a cada pieza.

En la Alta costura no hay fabricación en serie. Cada modelo es único y debe adaptarse a la persona que lo compra, es decir: se hacen modificaciones de acuerdo con cada clienta y normalmente esas modificaciones son echas por el propio diseñador en su atelier.

• Un vestido de Alta Costura cuesta en media unos 25 mil euros y, por lo tanto, los consumidores de este tipo de producto son personas muy específicas, acostumbradas al lujo y de poder adquisitivo muy elevado.

El término Haute Couture es protegido como parte del patrimonio artístico y económico de Francia y sólo puede ser utilizado por compañías que cumplan con los estándares definidos por la Chambre Syndicale de la Couture.

Los desfiles de Alta Costura se hacen en París, en salones privados, dos veces al año y es obligatoria la presentación de un mínimo de 35 creaciones en cada colección. También es obligatorio tener un atelier en París con un mínimo de 15 empleados a tiempo completo.