La Orquesta del Siglo de las Luces, prestigiosa formación británica especializada en el repertorio del siglo XVIII, está considerada como una de las mejores formaciones consagradas a la interpretación de música con criterios historicistas. Para su regreso a los escenarios canarios, bajo la dirección de Matthew Truscot, han seleccionado un exquisito programa formado por obras de Biber, Bach, Telemann, Muffat y Purcell, y en él actuarán como solistas la soprano Julia Doyle y el trompeta David Blackadder. Los conciertos tendrán lugar el miércoles 15 en el Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas de Gran Canaria y el jueves 16 en el Auditorio de Tenerife ‘Adán Martín, ambas citas a las 20.30 horas.

Piezas del Barroco tardío y principios del siglo XVIII conforman este programa que incluye la Obertura en re para trompeta, oboe, violín y continuo, Georg Philipp Teleman; la Cantata BWV. 202y el Concierto de Brandemburgo nº 2, en fa mayor, BWV. 1047 de Johann Sebastian Bach; la Sonata a 6 en do, para trompeta y cuerdas, de Heinrich von Biber; la Sonata II en sol menor, de Georg Muffat; y el Lamento de Dido,de Dido y Aeneas, de Henry Purcell.
Hace ya casi dos décadas, un grupo de músicos en Londres se tomaron su tiempo para mirar con detenimiento aquello que conocemos como La Orquesta y decidieron empezar desde el principio. Comenzaron por tirar el libro de las reglas: ¿Sólo un director al frente? De ninguna manera ¿Especializarse en el repertorio de una determinada época? Demasiado restrictivo ¿Perfeccionar una obra y pasar a la siguiente? Así nació The Orchestra of the Age of Enlightenment. Y cuando este ensemble con instrumentos originales fue tomando cuerpo, se comprometió a seguir inventando y cuestionando mientras siguiera en activo.
Sus residencias en el Southbank Center o en el Festival de Glyndebourne no mermaron su capacidad de experimentar. Esta creatividad se mantiene intacta. Su búsqueda en variados repertorios hace de esta orquesta una formación versátil que trabaja con formaciones de ópera y sinfónicas. Al tiempo, nuevas generaciones de músicos con capacidad de exploración continúan engrosando sus filas y grandes talentos como Elder, Rattle, Jurowski o Fischer trabajan con ella como directores invitados. Pero no es que haya perdido su voto fundacional. No todas las orquestas son iguales. Y no hay muchas que se le parezcan.
Programa
El programa que ofrecerán en ambas capitales canarias comienza con la Obertura en re para trompeta, oboe, violín y continuo, TWV. 55,D1, de G. P. Telemann (1681-1767) que abre el segundo volumen de la extensa colección de suites que Telemann publicó en 1733 bajo el título general de Tafelmusik (Música de mesa). Telemann, como Bach, empleó el término Obertura como sinónimo de Suite. En esta pieza, tras una amplia y solemne Obertura, encadena un tiempo lento con otro rápido, para seguir inmediatamente con otros movimientos ariosos en los que alternan igualmente secciones lentas con otras de carácter vivo “hasta completar una obra de considerable amplitud y brillante andadura”, explica José Luis García del Busto en las notas de este concierto.
La sesión continuará con la Cantata BWV. 202, de J. S. Bach (1685-1750), una pieza de nueve movimientos que combina las arias y recitativos. La voz solista de una soprano (en este concierto, Julia Doyle) interpreta un texto anónimo de carácter profano. Concretamente esta pieza fue compuesta por Bach como cantata de boda, un motivo alegre que justifica en el aria final un aire de danza, muy frecuente en sus suites instrumentales, pero no tanto en las cantatas.
Tras la música de los compositores alemanes, llega la Sonata a 6 en do, para trompeta y cuerdas del austriaco Heinrich Ignaz von Biber (1644-1704), a quien el historiador y viajero Charles Burney consideró el mejor violinista de su tiempo, si bien no toda su obra tuvo al violín como protagonista, como es el caso de la sonata que se escuchará en este concierto, escrita para trompeta, cuerdas y bajo continuo, con David Blackadder como solista.
La Sonata II en sol menor del francés Georg Muffat (1653-1704) será otra de las piezas a interpretar por la Orquesta Siglo de las Luces. Perteneciente a la colección titulada Armonico tributo, esta sonata se compone de una sucesión de piezas breves, con alternancia de movimientos lentos y rápidos y con centro en un Aria de bella andadura cantabile.
Uno de los estandartes de la música barroca británica, Henry Purcell (1659-1695), forma parte de este programa con el Lamento de Dido,de la ópera Dido y Aeneas, su gran obra maestra. Esta pieza representa el momento en el que Dido muere de amor al no poder ni querer soportar la ausencia de su amado Aeneas, “una auténtica cima de belleza musical, un momento puntero del teatro musical del Barroco inglés y europeo”.
La Orquesta Siglo de las Luces vuelve a Bach en la última parte de este programa para interpretar el magistral Concierto de Brandemburgo nº 2, en fa mayor, BWV. 1047, una obra escrita para trompeta (clarino), flauta dulce, oboe y violín (solistas) y orquesta. “Llama poderosamente la atención el magisterio del compositor para establecer el equilibrio sonoro partiendo de las profundas diferencias de timbre y de volumen entre los cuatro instrumentos solistas, desde el sonido tenue y delicado de la flauta de pico hasta el poderoso y penetrante de la trompeta”. La obra consta de tres movimientos, Allegro, Andante y Allegro assai, según el esquema rápido-lento-rápido propio de la forma concerto.