El fotógrafo José Ángel Alventosa une en "Sueños de Carnaval" la deshinibición de los hombres que asumen el rol femenino con la labor "profesional" de los transformistas, a los que retrata en el laborioso proceso de maquillarse hasta acabar convertidos en espectaculares féminas.

"Sueños de Carnaval" es la tercera exposición fotográfica de José Ángel Alventosa, quien explica en una entrevista que la idea de fotografiar la metamorfosis de transformistas profesionales le vino cuando vio el camerino donde dos de estos artistas se preparaban para realizar su espectáculo.

La exposición, que será inaugurada el 26 de enero en la Sala Los Lavaderos de Santa Cruz de Tenerife, consta de 53 fotografías captadas por Alventosa en los carnavales de 2011 en un local nocturno de la ciudad, tanto en los espectáculos de transformismo como en las fiestas nocturnas carnavaleras.

José Ángel Alventosa, que es médico estomatólogo de profesión y ha realizado anteriormente dos exposiciones fotográficas, quería hacer en esta ocasión algo "diferente", pues ha pasado de los paisajes retratados en "Impresiones y texturas", su primera muestra, a la "expresión corporal".

De ahí el "impulso" de hacer un reportaje fotográfico de dos transformistas en pleno proceso de cambio en un sitio "pequeñísimo, donde tenía que luchar para que no saliera la luz del flash sobre el espejo ante el que se maquillan y evitar salir él en la foto".

Para ello utilizó el blanco y negro, que a su juicio permite usar mucho el contraste, casi sin escala de grises, y permite dar mayor dramatismo al retratado, aunque en las fotos tomadas en la fiesta del sábado de piñata sí ha introducido tonos de color "porque lo pide".

El transformismo es adquirir el rol que no te corresponde por sexo, normalmente el femenino adoptando el maquillaje, la vestimenta y los gestos y en el caso del colectivo que ha profesionalizado esta capacidad de transformación convirtiéndolo en un arte, en una forma de vida que el fotógrafo ha querido "dignificar sacando a la luz todo el proceso de preparación en el camino que culmina con el espectáculo sobre el escenario".

En el club de repente entran dos hombres, uno moreno, otro casi rapado, de estatura media y complexión atlética, y empiezan con su transformación: se maquillan delante del espejo y van alterando su fisonomía hasta que al final -algo que sorprendió al fotógrafo- acabó diciéndoles "qué guapas están".

Al acabar el proceso Alventosa se encontró ante dos "mujeres" muy atractivas, una rubia y otra morena, de las que también retrató sus "abalorios" -pulseras, mallas, zapatos de tacón- con los que iban a actuar en un espectáculo en el que iban a cantar en "play back" canciones "tipo Gloria Gaynor".

Alventosa captó primeros planos de las caras de los transformistas reflejadas ante el espejo en momentos de intensa concentración, una labor "absolutamente encomiable" porque lo que empiezan como "un hobby" termina siendo una profesión y no quieren salir "mal maquillados ni mal vestidos. Tardan más de dos horas en realizar el cambio".

El cartel de la exposición está basado en una foto de Marilyn Monroe que es parte de la decoración del local en el que actúan los transformistas y que expresa todo lo que Alventosa quiere mostrar en la exposición: ahora es una curiosa simbiosis entre la protagonista de "La tentación vive arriba" y Marlene Dietrich.

El fotógrafo prepara su próxima exposición que tendrá que ver "relativamente con el arte, con puntos de abstracto", y para la que mantiene su objetivo de "sacar a flote a la persona: recuperar su imagen del fondo en el que está inmersa para que tenga mayor impacto".