El escritor y crítico literario Carlos Pujol Jaumeandreu, miembro del jurado del Premio Planeta desde 1972, falleció ayer en Barcelona a los 75 años de edad, informaron fuentes cercanas a la familia.

"Fue un hombre con sentido de la independencia y la libertad que siempre se mantuvo al margen de las modas y de los políticos", señaló el hijo del fallecido, también llamado Carlos Pujol.

Doctor en Letras, Pujol (Barcelona, 1936) comenzó su carrera literaria como ensayista y en este género publicó diversas obras como "Voltaire" (1973); "Balzac y la comedia humana" (1974); "La novela extramuros" (1975); "Abecé de la literatura francesa" (1976) y "Leer a Saint-Simon" (1979).

En 1983 salió a la luz su segunda obra narrativa, "Un viaje a España", en la que sitúa el mundo de Balzac en el corazón de la guerra carlista.

Pujol, considerado hasta entonces un magnífico ensayista y traductor, consigue ser valorado como uno de los mejores novelistas de sus generación.

En 1984 publicó la novela "El lugar del aire", a la que le siguieron "El otoño en Crimea" (1985) y "La noche más lejana" (1986) y el ensayo "Juan Perucho, el mágico prodigioso" (1986).

Pujol es autor además de un ensayo sobre la vida del escultor Bernini, "Gian Lorenzo", y de "1900: semblanzas históricas", en el que expuso su visión personal del fin de un siglo.

En 1988 publicó "El jardín inglés", una novela en la que por primera vez cultivó el género del suspense con una mezcla de humor muy particular y por la que fue nominado para el Premio Nacional de Narrativa.

Vocación divulgadora

"Siempre estuvo muy influenciado por la novela francesa y anglosajona", recordó ayer su hijo, que destacó el papel de Pujol como "una de las pocas personas que han difundido la literatura francesa y anglosajona, tanto como traductor como editor".

El hijo de Pujol recordó asimismo "la gran pasión" que su padre sentía por la poesía.

En los últimos años de su vida, el casi eterno jurado del premio Planeta se había prodigado en el género de la novela con obras como "Dos historias romanas", "Antes del invierno" o "El teatro de la guerra".

Él mismo, en una entrevista, aseguraba que desligaba totalmente su actividad como jurado de premios literarios, su "oficio", de la de escritor de novelas, su "capricho".